sábado, 23 de julio de 2016

Nuestra asamblea

“Padre… que venga tu Reino”
La construcción del Reino es la tarea de Jesús. Un Reino, diferentes a los reinos de este mundo, donde haya el pan para todos y siempre, dónde las relaciones sean fraternales, y donde no nos apartemos de nuestra misión con deseos de seguir proyectos y opciones egoístas que nos parten de este camino de Justicia.

La semana en Ixmucané
La vida en Ixmucané continúa bien, con toda normalidad. Pero una vez aquí Celia de su estancia de dos meses en España se vuelve a retomar aquello que se relantizó por su ausencia.
El lunes se tuvo la Asamblea de la Asociación. El punto principal era el de las elecciónes para la Junta Directiva. Según los estatutos, éstas se deben realizar cada dos años. Por unanimidad se volvió a reelegir a Pepi como presidenta, a Carmen Carrasco como vicepresidenta, a Celia como secretaria y a Manuela como tesorera.
Asistieron casi todos los miembros de la misma junto con los voluntarios que estamos en este momento aquí: Toni, Rosa, Luisa y yo.
La asamblea es un momento importante para ver cómo marcha la asociación y las perspectivas que se tiene. Se hizo hincapié en la importancia de potenciar la residencia intentando que ésta esté al máximo de su capacidad.
Ya este viernes, en la reunión de coordinación se conocieron las fechas en las que se reanudan las visitas a las comunidades y la importancia de hacer publicidad del internado para tener residentes el año próximo.

Exposición de Fotos de Huehue
En la sede de CEDFOG se instaló una exposición de fotos del Huehuetenango antiguo. Me ha gustado mucho. Sobre todo para constatar cómo la ciudad ha cambiado su urbanismo, para mal, eliminando las anteriores construciones de estilo colonial que conformaban el centro de la ciudad. Ésta se ha remodelado sin ningún plan urbanístico, lo que hace que hoy no tenga ningún interés turístico.
También las fotografía son fuentes para la historia. Las había de todos los acontecimientos de la vida de Huehuetenango. Fiestas, desfiles, comercios, deportes, procesiones, actos culturales… se observan en las más de cincuentas fotografías de las que constaba la exposición. Un excelente idea de CEDFOG realizada dentro de las actividades realizadas en la ciudad con motivo de las fiestas julias.
 Formación en La Salle
Esta semana he realizado las charlas, que vengo dando en los institutos, en el Colegio de La Salle. Han sido siete grupos los que han pasado por ellas. Todos los grupos finalistas. Cada uno de ello de unos cuarenta chicos y chicas. La total colaboración del centro con esta actividad de Ixmucané es de agradecer, así como el interés y la participación de los alumnos.
Ya tengo previstas la charlas en el liceo Americano y en la universidad San Carlos.
En la Finca Juvenil con un grupo de Jóvenes
Sugerido por Ernesto, el hijo de Carmen Carrasco, un grupo de trabajo del Colegio La Salle escogieron a Mark de la Finca Juvenil para hacerle la entrevista que deben hacer a una persona significativa.
Ernesto me ha escuchado varias veces la labor de Mark en la Finca Juvenil y se la propuso a sus compañeros. Esta mañana fui con ellos a la realización de dicha entrevista. Los conocía porque estuvieron en la charla que día en su colegio esta semana.
Allí conectaron con Mark quien les dedicó unas dos horas a explicarle cómo surgió este proyecto. De él ya escribí una crónica el día dos de junio.
En esta ocasión ellos les hacían una entrevista que era grabada en vídeo. Tanto las preguntas, como las respuestas, han sido muy interesante. Las reflexiones de Mark bajan a la realidad y expresan su interés de que estos chicos se preparen para la vida. Además de que todos estudian, trabajan en la finca responsabilizándose de una tarea concreta. Tareas que después les va a servir en la vida.
Les hice hincapié a los jóvenes que observaran, cómo Giovanny, el chico al que llamó Mark para que nos enseñara la finca, al ir explicando lo que hacían allí, decía: hacemos, trabajamos, ganamos,  construimos… siempre en plural, siendo consciente de que todo el trabajo y la dirección hacia donde van es de todos, es de la comunidad.
Me ha gustado cómo a estos cinco jóvenes les ha impactado conocer las instalaciones, el proyecto, la responsabilidad de cada uno, hablar con ellos y, sobre todo, conocer a Mark. Lo venían diciendo en el viaje de vuelta a Huehue. Hasta el que conducía, Dany, que no formaba parte del grupo de trabajo, ha quedado gratamente sorprendido.

Un regalo


Sí, ¡Todo puede ser!
Lo recordaste,
un recuerdo incosciente
y quizás siempre deseado,
no sólo una vez, sino dos,
y con una finalidad indecifrable.

Comunicastes una declaración,
tan absoluta como irreal.
Si el “nada” por dos veces duele en el corazón,
el “nadie” hizo mella en el alma.
 
Ignoraste también por dos veces el encuentro.
Una espera que no tuvo encuentro,
unas excusas, sin necesidad,
que tenían otra explicación.

Y para cerrar el sin sentido, de este alejamiento sólo físico,
pues sabes que dos negaciones es una afirmación,
y la estrella está siempre ahí y en todos,
y sí ¡todo puede ser!,
te reservas la posibilidad del reencuentro deseado.


¡Hasta la próxima, primero Dios!

miércoles, 20 de julio de 2016

Ejemplo de joven

 “Miran y no ven, oyen y no escuchan ni entienden”.
 Pueden ser muchos, podemos ser nosotros, puedo ser yo. ¡Qué manera de decirnos Jesús que despertemos! Que el mundo necesita personas activas, conscientes, capaces de descubrir lo que pasa a su alrededor, analizarlo y decidir cuál debe ser sus postura frente él.
No podemos ser simple mirones, simples oyentes… ese no es el tipo de hombres, de mujeres, que tienen que ser imagen de Dios.

Luis Santiago
Ya dije en la anterior crónica que estuve con un grupo de jóvenes en la fería. Uno de ellos era Luis.
A Luis lo conocí en Maya Man, el internado de chicos y chicas de básico que se encuentra en Colotenango. Yo estaba allí acompañando a Celia y a Pepi en las visistas periódicas de Ixmucané a las becadas que tiene en esa institución.
Y en ese colegio estaba él y Gerardy esperando al director, mi amigo Ricardo, pero éste no se encontraba allí en ese momento. Mientras esperaban a ver si venía estuve hablando con ellos. Más tarde les día jalón al centro de la localidad donde viven.
 La segunda vez que lo vi fue en el aniversario del Instituto Maya Man, al participar su instituto en los actos del mismo. Yo estaba allí representando a Ixmucané en esas actividades. Al final de ellas me invitaron a entregar los premios. 
Desde lejos veo a unos chicos que alzan los brazos saludándome. Yo pienso que es imposible que sea a mí porque de esa zona, donde está ese colegio, no conozco a nadie. Y entonces los recuerdos. 
A la hora de comer lo hicimos juntos y nos intercambiamos nuestras direcciones.
Y a partir de ahí hemos seguido en contacto. Él no se conecta mucho. Después me explicará que no tiene internet en su casa. Con Gerardy si he mantenido más contacto.
Antes de irme a México, y al preguntarme qué iba a hacer, le dije lo de mi viaje y que a mi llegada iría a la feria. Al preguntarle si quería venir, me dijo que sí.
Luis tiene una apariencia tranquila, va vestido de una manera más bien cuidada y su conversación es fluida y espontánea. Me hice pues una idea de él y de su entorno.
A lo largo del tiempo en la que tuvimos juntos en la feria me contó su vida. Me impresionó.
Cuando le pregunté, por hablar de algo, que si a sus padres les agradaba que estuviera en la feria de Huehue, me dijo que no tenía padre. Ya no seguimos hablando de ello.
Cuando nos pregunta el camarero qué íbamos a beber, y al pedir un litro de cerveza ya que éramos tres en ese momento, él dice que no bebe alcohol, lo que mantuvo durante todo el tiempo que estuvimos juntos. 
Le pregunto si era evangélico, me dijo que sí. Antes de venir a Huehue, sobre el mediodía, había estado en el culto que había comenzado a las diez de la mañana. Él pidió permiso para salir antes y venir a Huehue.
Estuvimos un buen tiempo en la feria y más tarde comenzó a contarme su vida.
Él vive sólo. La casa es alquilada y la paga su madre que vive en Cancún. Sus hermanas, una de ellas casada, viven también en México. Antes de casada su hermana mayor le ayudaba económicamente. Ahora ya no.
Aquí tiene un hermano mayor con el que apenas se relaciona y que vive con su pareja en el mismo municipio. No se tratan mucho.
Comenzó a trabajar a los once años mientras terminaba la primaria en un comercio de Colotenango en el que estuvo hasta los quince años. A los quince se fue con su madre a Cancún donde trabajó de jardinero y de albañil. Volvió y recomenzó a estudiar básico. Ahora tiene dieciocho años y le queda un año para terminarlo. Aquí tuvo varios trabajos. Salvo la luz, que paga su hermano, él se mantiene totalmente con el fruto de su trabajo. Él limpia la casa, hace la compra, se hace la comida, se limpia la ropa…
En la conversación me dice que no es cierto que no tenga padre, que éste vive. Que dejó a su familia cuando él tenía meses. Él es el más pequeño de los hermanos. El padre tiene ahora otra familia, con hijos, en un pueblo al lado del suyo y que no lo conocía hasta que por medio de su hermana mayor, y a petición suya, hace casi dos años, fue a verlo. “Para mí hablaba con un desconocido.” me dijo, “No me produjo ningún sentimiento”.
Ahora trabaja los sábados en un comercio y durante la mañana echa unas horas, pues estudia por las tardes. El año pasado fue el abanderado, el mejor de su curso, pero este año ha bajado el rendimiento. Piensa terminar básico –la ESO-, por supuesto seguir trabajando, y hacer diversificado. Quiere estudiar.
Escucharlo, verle como se le cambia la voz y comienza a llorar, y a la vez sentir que es una persona con una gran madurez, con unos principios muy consolidados, es algo que admiré. Al despedirnos me pidió que nos hiciéramos una última foto.
Me quedo sin palabras. Repaso en mi mente todo lo que me ha dicho y lo que yo he percibido en las horas que he estado con él. Fue una gran idea hablarle de la feria y el que él decidiera venir.
Cuando llego a Ixmucané, y le envío algunas fotos, le escribo:
“No sé cuándo verás este comentario, pero te digo que, si ya desde que te conocí vi que había una simpatía mutua, ayer descubrí a una persona increíble. Sigue así. Sólo el esfuerzo, la constancia, el superar las dificultades, el mantener el buen humor, esa risa… es lo que puede hacerte forjar un futuro mejor. A partir de hoy considérame tu hermano, tu amigo y ten la confianza suficiente para que pueda ayudarte en aquello que tú necesites y yo pueda. Un fuerte abrazo Luisillo”

El me contesta: “Gracias Alfred. Yo también conocí a una persona muy especial y es usted, jeje. Lo quiero mucho”

Le pregunté si le parecería bien que escribiera sobre él. No dijo que no. Se lo volví a preguntar y me dijo que sí, que esa era su vida. Y por eso, porque él me dio ese permiso, escribo sobre él.
¡Cuánta gente habrá cómo él, con historias increíbles! ¡Verdaderos ejemplos de la juventud de hoy! ¡Y para la juventud de hoy!
Me había hecho una idea de él por su comportamiento, por su presencia, por su manera de expresarse, por el equilibrio que mostraba, de pertenecer a una familia totalmente estructurada. ¡Y vive sólo y no ve a su madre desde hace año y medio! Y dice que tiene muchas ganas de abrazarla. ¡Qué todo te vaya tal y cómo lo tienes pensado, Luis!

 Un regalo




                  La red 







Como una estrella de mar atrapada en la red,
como el tisú tenso en el bastidor,
como espacio retenido por barrotes,
como olas movidas dentro del espejo,
como vino embriagante contenido en la copa…
 

Así soy yo para ti:
Una mariposa libre en la infinitud de tu voluntad,
un tronco apretado por cuerdas invisibles.
                                  
                                 



¡Hasta la próxima, primero Dios!

martes, 19 de julio de 2016

Feria de Huehuetenango

“Cayeron en tierra buena y dieron fruto”
¡Tierra buena! Personas dispuestas a seguir la voluntad de Dios. Esas dan frutos.
Pero el mismo Jesús advierte. Unos dan el treinta, otras sesenta, otras el ciento por ciento. Lo importante, al final, es dar fruto. Las circunstancias externas, las limitaciones, las contradicciones, la condición humana… puede limitar el dar todo lo posible. Pero lo importante es dar frutos de Amor, de Justicia, de Paz.
Mi segunda feria
Es la segunda fería que paso en Huehuetenango. El año pasado estaba en España. Se nota en mí que he pasado más dos años y medio aquí pues me situo de otra manera en ella.
Ixmucané está muy cerca del lugar donde se celebra la feria de Huehuetenango, a unos diez minutos andando. Nosotros estamos en El Terrero, una explada dónde dicen que antes había una laguna. Por eso cuando la municipalidad decide cambiarla de sitio hace unos años elige éste emplazamiento que es bastante grande y que incluye aparcamientos para los vehículos.
En la feria se encuentran tanto los lugares para comer y beber, como los puestos de venta de licores o los de venta de comida rápida o los puestos de turrón, de churros o de roscos. 
Hay tambien casetas de tiro con escopeta al cigarro como a otras cosas. Sí. La fería tiene un claro matiz ladino, criollo, incorporado a su cultura por los indígena. Y se celebra en  toda Guatemala.
La influencia de las ferias, de la FERIA que conozco, es clara. También existen esas manzanas cubiertas de caramelos y que tanto hemos comidos con nuestros padres cuando éramos pequeños e íbamos de recogida a casa.
Las familias, de toda condición, se encuentran en ella. 
Encontré a amigos reunidos con la familia amplia cenando el primer día que fuí. Hay muchos jóvenes como es natural y grupos de amigos. En esta ocasión he sentido que había mucha más gente que hace tres años. 
No suele ser un lugar en el cuál se baile, aunque a falta de sevillanas se pueden oir canciones típicas del lugar sobre todo corridos mexicanos.
 Y también existe el lugar que ocupan los “juegos” como les denominan aquí a las atracciones de feria, los “cacharritos”, la calle Infierno. Éstos son más bien antiguos. A muchos no los dejarían funcionar en las ferias de España por su falta de seguridad.
La feria acaba a la una de la noche, hora en la que comienza la Ley Seca. Es algo asombroso, pero así es. Tendría poco futuro en otros lugares. Tampoco hay iluminación especial ni portada con bombillas. ¡Les podría hacer alguna sugerencia!
Fui a la feria dos veces con diferentes grupos de amigos. El del domingo estaba acompañado por Danny, antiguo miembro de la Casa Miller; por Wesly, antiguo integrante de la Finca Juvenil ya independizado y por Luis, un chico de Colotenango que será el sujeto de mi próxima crónica. Con los dos últimos no he tenido mucho contacto. Pero fue un acierto invitarles.


A lo largo de la semana que dura la feria hay actitivades de todo tipo en la ciudad, como la procesión de la Virgen del Carmen, el dieciseis de julio, en honor de la que se celebra la feria o, la más vistosa, el desfile de caballos, que se desarrolla el sábado por las calles de la ciudad.
No estuve este año en el desfile de Caballos. Busco en Google alguna foto de este año y las encuentros de otros municipios. Sigo buscando y veo una mía del primer año que estuve aquí... con que la repito.
De todas formas vale el refrán que decimos: “Cada uno habla de la fería cómo le va en ella”. La fería es excelente porque yo me lo pasé muy bien.


¡Hasta la próxima, primero Dios!

lunes, 18 de julio de 2016

Yucatán

¡Estos son mi madre y mis hermanos!
Esta frase de Jesús, ¿Excluye o incluye? Posiblemente el que le anuncia la presencia de su familia no podía esperar esta frase de Jesús. ¿Y nosotros?
Son parte de Él, somos parte de Él, todos aquellos que cumplen la voluntad de su Padre.
El Padre, la madre, sus hermanos, Jesús, nosotros, todos… estamos invitados a realizar  la voluntad de Dios. Y escuchábamos ayer lunes en el profeta Miqueas: “Lo que Dios desea de ti: simplemente que respetes el derecho, que ames la misericordia y que andes humilde con tu Dios”

Un viaje de treinta y dos horas.
Hace dos semanas que no subo ninguna crónica a este blog. Desde el día seis hasta el día catorce he estado fuera de Guatemala porque tenía que hacerlo.
Salí hacia la frontera de La Mesilla en el autobús de las cinco y media de la mañana desde Huehuetenango. Llegué a la aduana un poco antes de las ocho. Mi sorpresa fue cuando me dicen que deben revisar mi pasaporte, y eso lo tenía que hacer el jefe de la oficina. Había llegado el siete de abril y, ese día seis de julio, podían haber pasado los noventa días, pues hay meses que tienen treinta y un día. No me lo creía. Pero conté y si era así estaba en el noventa día. Cuando llega el jefe de la oficina a las ocho, después de repasar todo el pasaporte, me deja salir sin ningún problema.
El primer inconveniente había sido solucionado. El segundo me lo iba a encontrar inmediatamente. Por la huelga de maestros las carreteras sufrían cortes y detenían a los camiones y a los autobuses. Por esta razón tenía que ir hasta la capital del Estado de Chiapas, Tuxtla, a tomar el autobús que me llevara a Playa del Carmen. No podía tomarlo ni el Comitán ni en San Cristóbal de las Casas.
La opción era evitar las grandes ciudades para no encontrar estos cortes de carreteras. Así que llegué a Comitán en microbús y en otro me dirijo, dando una gran vuelta para evitar entrar a San Cristóbal, a Tuxtla. Esto me llevó seis horas.
Me impresionó esta ciudad en mi recorrido que hice en taxi hasta la terminal de autobuses. La encontré limpia, moderna y muy adornada con fuentes y estatuas. Después me he enterado que ha estado disputándose la capitalidad del Estado toda la vida con San Cristóbal.
Allí a las tres y cuarenta minutos de la tarde tomé el autobús hasta Playa del Carmen. El autobús estaba dotado de WC tanto para señoras como para caballeros. Y menos mal porque el viaje iba a durar veintiuna horas. Además sin parar durante más de dieciséis horas hasta que entró en la estación de autobuses de Chetumal, donde se bajaron pasajeros. También paramos en Tulum, ya cerca de Playa del Carmen lugar que, si vuelvo alguna vez, deseo visitar.
Y sobre la una de la tarde llegué a la estación de Playa. Habían pasado pues treinta y dos horas de viaje continuado. Había tomado dos autobuses, dos microbuses, un Tuc-tuc en la Mesilla y un taxi desde La Mesilla hasta Cuauhtémoc.


La verdad es que no se me hizo largo el viaje. Dormí gran parte del mismo. Pero mientras estaba despierto pasé por paisajes maravillosos. Casi siempre la carretera pasaba por medio de un bosque tropical bien tupido. No había prácticamente poblaciones, ni casas en el camino. Ver el verde intenso a cada lado de la carretera era para mí una gozada.
A esta vegetación se le llama “Bosques Húmedos de Yucatán” que se extiende en las tierras bajas tropicales de México, Guatemala y Belice y cubre un área de 69.700 kilómetros cuadrados, casi toda la región de Castilla-La Mancha. Esta ecorregión tiene un clima húmedo tropical y cuenta con una alta biodiversidad. Es un corredor biológico que conecta las zonas forestales del norte de la península de Yucatán con las de América Central.
Aunque existe alguna protección, la ecorregión está amenazada por la tala de árboles y la ganadería extensiva.

México
Terminal de Autobuses de Tuxtla.
Entrar en México es entrar en un país muy diferente de Guatemala en lo que se refiere a su organización. Todo cambia para mejor: estado de las carreteras, la limpieza, la urbanización, los autobuses, la seguridad, las terminales de autobuses, el comercio, la ausencia de perros en la calle, los mobiliarios urbanos…
Esta es la sensación que ya he tenido cuando he estado en San Cristóbal de las Casas en otras ocasiones. Pero en este viaje, que ha sido por otros estados diferentes a Chiapas, lo he corroborado y la he ampliado.
También la vida es más barata que en Guatemala. Por mil quetzales me dieron dos mil cien pesos. Pero además los productos están más bajos. Y eso se nota.
La idea era salir, en esta ocasión que debía estar más días que un simple fin de semana, a conocer otros sitios de México y que me fuera accesible. Los estados que lindan con Guatemala eran los que más posibilidades tenían en mi elección. Quintana Roo y Yucatán me atraían. El primero por Playa del Carmen y el segundo porque estaba la ciudad que quería, debía visitar como explicaré más abajo. A este recorrido, y porque Mateo debía ir allí por asuntos de su trabajo, uní Cancún.
Pero el lugar donde pensaba ir a pasar más tiempo era Playa del Carmen.

Miguel Eduardo
Había otro motivo para esta elección. Ir a un lugar desconocido y sólo tenía como atractivo que allí vive alguien a quien conocía. Él podía ayudarme a conocer la ciudad y ayudarme en la elección del hotel para que este fuera céntrico y no muy caro. Allí estaba Miguel Eduardo al que había conocido en la Casa Miller el primer año que estaba en Huehue. El contacto a través de Facebook me había despertado el interés de ir a conocer el sitio donde trabaja en la restauración como cajero de un restaurante.
Su historia es muy ejemplar. Cuando terminó de estudiar Perito Contador en La Salle, tenía que trabajar y se vino a Playa del Carmen. Su padre había pedido un préstamo para que el pudiera trabajar. Y ahora, una vez acabado de estudiar y con muy buenas notas, tenía que devolver el préstamo. Aquí lleva casi dos años. Ya ha podido hacerlo. Y ahora sigue para no tener que pedir nuevos préstamos para que puedan terminar de estudiar básico, la ESO, dos de sus hermanos. Para la mitad del próximo año piensa que ya habrá conseguido sus propósitos y piensa volver a Huehue y seguir estudiando, además de trabajar, en la universidad. Creo que es para quitarse el sombrero ante este tipo de jóvenes que tienen claro sus objetivos, y que los consiguen a costa de no vivir su juventud como tantos otros del primer mundo. Y no es el único.
Me daba las gracias por haberle hecho posible vivir unos días, para él, extraordinarios, entre ellos el conocer la isla de Cozumel, que está al frente de Playa del Carmen.

Playa del Carmen
He estado muy feliz en este lugar. Es una playa muy conocida y de alto nivel. En algunos momentos creía estar en unas de las playas de la Costa del Sol o del sur de Gran Canarias.La limpieza y la seguridad muy buena. Bastantes locales y centros de distracción así como grandes centros comerciales. 
La playa es impresionante larga y limpia, con acceso fácil a lugares prácticamente vacíos de turistas. Sus aguas, tibias y transparentes , son el hogar perfecto para delfines y tortugas. También es verdad que llevaba a alguien que conocía el lugar. 
Pasear por la quinta avenida era un verdadero placer. Había centros comerciales de todo tipo y un gran ambiente. Es la última calle paralela a la costa.
Enfrente de Playa del Carmen se encuentra la isla de Cozumel. Es grandecita y va paralela a la costa. Algo que fue un acierto es alquilar una moto vespa. Con nuestros cascos nos dispusimos a conocerla. Hay un circuito que casi le da la vuelta a la misma. Se observa que está todo totalmente dirigido a los turistas. Los ferris, la estación marítima, los medios de locomoción, los restaurantes y locales de venta de recuerdos…
Ya nos habían indicado dónde podíamos almorzar. Y menos mal que les hicimos caso. En plena playa, bajo palmeras, pudimos comer unos camarones preparados de diferentes formas: en ajillo y empanizados.
Tuve la suerte de encontrar un hotel de los que se recomienda a los amigos. La habitación, espléndidamente decorada y provista de elementos para poder prepararte la comida, y para no pasar calor, estaba a pie de la piscina del mismo. Por la noche se pasaba muy bien conversando con otros huéspedes alrededor de la piscina o cenando tomando una cerveza fresquita.


Cancún
Mateo había llegado el día anterior a Playa del Carmen. Con él fui a Cancún pues tenía que arreglar unos asuntos en los juzgados de la ciudad. Nuestra estancia fue de sólo un día. Por la mañana me dedique a pasear por las grandes avenidas. Bonitas pero muy modernas y parecidas a tantas otras de otras tantas ciudades.
Por la tarde nos fuimos en ferri a la pequeña isla de enfrente de Cancún, la famosa Isla Mujeres. Aunque es pequeña está muy animada. Esto fue lo mejor de nuestra estancia en esta ciudad.
Y un poquito de historia. Isla Mujeres fue descubierta por los españoles durante una expedición comandada por Francisco Hernández de Córdoba en el año de 1517. En tiempos prehispánicos la isla estaba consagrada a Ixchel,  diosa maya de la Luna, el amor y la fertilidad; la cual recibía ofrendas con formas femeninas que los creyentes depositaban en sus playas. Al llegar los conquistadores españoles y observar las figuras, la bautizaron como Isla Mujeres.
Ya al día siguiente nos separamos. Mateo volvía a Guatemala y yo me dirigí a Mérida de Yucatán. 
A partir de ya, Cancún será sólo un aeropuerto para acceder a Playa del Carmen.
  
Y Mérida
En mi partida de nacimiento aparece que mi abuelo materno nació en Mérida de Yucatán. Cosas de las vida. Sus padres fueron a instalarse a México, allí tuvieron un hijo, y nos les irían muy bien las cosas porque decidieron volver a España. De paso por Cuba, tuvieron allí a otro hijo, hermano pues de mi abuelo, llamado Álvaro.
Por este motivo en mis deseos Mérida era uno de los destinos que quería visitar en mi vida.
Palacio de los Montejos en el Parque Central.
Mérida fue fundada en 1542 por el español Francisco de Montejo el Mozo y cien familias españolas. Esta ciudad fue construida sobre las ruinas de la población maya T'Ho', ya abandonada a la llegada de los españoles, en el siglo XVI. Cuando los soldados españoles entraron a T'Hó, en 1541, apenas había 200 casas de palma ocupadas por aproximadamente un millar de indígenas mal nutridos, junto a colosales ruinas y restos de edificios sorprendentes y bellos que coronaban agrestes cerros cubiertos de añeja arboleda.
Edificios del Parque Central de Mérida
La ciudad fue bautizada con ese nombre por la Mérida española, lugar de procedencia de algunos de los conquistadores, precisamente porque las edificaciones halladas en la ciudad maya abandonada les hicieron recordar las ruinas romanas de Emérita Augusta. Las piedras cortadas y labradas de la ciudad maya fueron utilizadas por los europeos para construir los edificios de la nueva ciudad.
Fachada principal de la Catedral
Es una ciudad grande y sin grandes edificios, casi todos de planta baja y un piso. Tiene bonitos edificios: palacios, iglesias, museos, casas… con impresionantes portadas. En el parque central se encuentra la solemne catedral, los edificios de gobierno municipal y estatal y el palacio de los Montejos, conquistadores de la ciudad. En la parte nueva hay palacetes de estilo francés.
Me dediqué a lo que había venido. El día de la llegada fui a localizar los lugares donde pretendía ir al día siguiente: archivo de la diócesis, registro civil y consulado de España. Y eso hice. Bien temprano ya estaba en el registro civil dónde me indican dónde se encontraba el archivo histórico estatal. En el registro eclesiástico también me dijeron el lugar dónde me tenía que dirigir. Y en consulado de España me dijeron que los archivos se encontraban en el Consulado General de la capital.
En el Archivo Histórico del estado de Yucatán.
Aunque me costó un poco localizarlo en el archivo histórico general me dieron todas las facilidades para buscar el acta de nacimiento de mi abuelo. Lo tenían todo digitalizado y consistía en busca libro por libro la misma. No era fácil porque la fecha de nacimiento no estaba clara: podía ser 1890 o 1893. Después tuvimos otra de 1891. Por más que lo intentamos no fue posible encontrar la partida de nacimiento. Tuve acceso a un documento judicial que no se puede asegurar que se refiriera a mi bisabuelo.
Exterior del Convento de Conkal
Después de dos horas, me dirijo en taxi a Conkal, localidad situada a dieciocho kilómetros de Mérida donde se encuentra el archivo diocesano. Al no saber el año, ni tampoco la iglesia dónde pudo ser bautizado, y por la hora de mi llegada próxima a la de cerrar el archivo, me indicaron una página web dónde podía localizar las actas de registro de bautismo. Lo busqué en los libros de 1890 de la Catedral y de otra parroquia y no encontré nada. A ver si con tiempo me dedico a buscarlo en las otras parroquias de aquel tiempo de Mérida y en otros años.
Además de esta tarea estar en Mérida me gustó a pesar de estar sólo, situación que evito en mis viajes. Pero no tuve nunca sensación de inseguridad en mi paseo de ida y vuelta por la tarde-noche desde el centro, dónde estaba el hotel, hasta dónde se encontraba el consulado español.
Y un detalle culinario: en una de las comidas me ofrecieron “Pollo al pibil”. ¡Algo excepcional! Estaba envuelto en hojas de plátano y el pollo estaba con una salsa-crema que tenía, entre otros ingredientes,  cebolla y pimientos. 
He estado buscando la receta en internet. Había varias. Esta se aproxima a la que comí:  http://www.guiadetacos.com/recetas_mexicanas/aves/51/pollo-pibil-yucateco-receta.html. Lo difícil será encontrar las hojas de plátanos, aunque he visto algunas recetas que utilizan el papel de aluminio: ¿sabrá igual?
Y a las ocho menos veinte de la noche del segundo día de mi estancia en Mérida tomé el autobús hacia San Cristóbal de las Casas, ya que se habían levantado los controles de los maestros que habían llegado a un preacuerdo con el gobierno, donde llegué sobre la una del mediodía del día siguiente.
Algo cansado, pero muy contento, a las siete y media de la tarde estaba en Ixmucané. Toni me dijo que Celia, que acababa de llegar de España, y Pepi, se habían marchado hasta el domingo a la Playa; y que en Ixmucané sólo estaban tres chicas, pues las demás seguían con las vacaciones de las Fiestas julias de Huehuetenango. Fiestas de las que escribiré en mi próxima crónica.


¡Hasta la próxima, primero Dios!