Si el sábado 21 estaba con mi familia en la celebración del matrimonio de mi sobrino Carlos con Sandra, el sábado pasado estuve con algunos de mis amigos más cercanos en la celebración de mi cumpleaños. No todos los que acuden cada año a la misma pudieron estar, aunque de alguna manera se hicieron presentes. También se unieron otros nuevos a la misma.
A lo largo de la vida se van conociendo personas que se van incorporando a la tuya de una manera más fuerte. Amigos de la carrera de magisterio, ex alumnos, de los diferentes pueblos en lo que he estado, vecinos, compañeros de viajes... Ellos forman parte de mi historia personal, tanto los presentes como los que no estuvieron.
También el domingo estuve con algunos amigos del pueblo celebrando los setenta años.
Es para mí unos de los momentos más importante del año. El poder celebrarlo en mi casa es también algo que valoro mucho. Espero, primero Dios, poderlo celebrarlo aún unos cuentos años más. Gracias a todos por su presencia, por su compañía.
¡Hasta la próxima, primero Dios!
