jueves, 26 de enero de 2023

Patrón de la amistad

¡Qué satisfacción enterarte que San Alfredo es el patrón de la amistad! Sí sabía que había escrito un libro sobre ese tema, valorando y definiendo la amistad desde el punto de vista cristiano, al que él llama amistad espiritual, diferenciándola de la amistad espuria sea con fines económicos o con fines sensuales. En este sentido es precioso su libro "De la Amistad Espiritual" que ya comenté en otra crónica. Ha sido en este año. al celebrar mi santo, cuando me enteré de tal patronazgo.

La amistad, el amigo, los amigos completan a la persona. Es la familia elegida por uno y en ellos encuentras cariño, atención, acogida, consejo, cercanía, ayuda... desinteresada. Quien tiene amigos tiene un gran tesoro. Tenerlos exige también que se les corresponda en la misma medida, pues aunque la amistad es desinteresada, nos invita a mantenerla ofreciendo lo que recibimos e incluso superándolo. La amistad exige un corazón abierto para darnos a los otros. ¡Qué interesante reflexionar sobre cómo somos amigos, lo que nos exige y lo que nos aporta!

La amistad no se reduce sólo a los que conocemos. El ser amigable con el otro es una actitud que hay que procurar en cada momentos, con aquel que nos encontramos. Esta actitud habla mucho de nuestra apertura, de nuestra alegría, de respeto, de nuestro ser. 

Recuerdo en el evangelio como los discípulos se extrañaban de cómo Jesús hablaba con todo tipo de personas de su tiempo: pecadores, leprosos, fariseos, publicanos, romanos... y les ofrecía su amor. ¿Qué importante es acercarnos al otro sin ningún tipo de prejuicio, con la mejores de las actitudes?

Me pasó el 18 de enero cuando fui a renovar el DNI a la comisaria de Tablada. Llegué, metí mi número del carnet de identidad en el aparato de cita, y al segundo sale mi número en la pantalla de la sala de espera. Ni me senté. Y pasé a la sala donde lo hacen. 

Me tocó una señora, o señorita, que al verme sonreír por lo que me había pasado, me dice: "Mira que contento viene D. Alfredo". Ya todo iba a ser distinto. Ya entré al toro. Todo el tiempo que estuve con ella, unos siete u ocho minutos, fue muy agradable. Hablábamos como si nos conociéramos desde siempre. De la edad, del frío de San Nicolás, de las personas que se levantan ya "cabreaos", y, como nos salían alguna que otra sonrisa, de hasta de los que nos miraban que estaban en la sala. ¡Me alegró la vida ese momento! Y lo recuerdo con cariño. ¡En una comisaría de policía!

¡Hasta la próxima, primero Dios!




Marcharse

El domingo pasado, en el que la Iglesia celebraba "La palabra de Dios", el Papa Francisco en el Ángelus, manifestar que habría dejar atrás y renunciar a ciertas cosas para decir sí a la llamada de Jesús y escuchar lo que nos está pidiendo emprender en ese momento.

También decía que tarde o temprano se debería tomar esa decisión. La pregunta que nos deberíamos hacer es: ¿Dejo algunas certezas y emprendo una nueva aventura, o me quedo dónde estoy? 

La invitación de Jesús a sus discípulos de dejar todo y que le siguieran invita a esta reflexión al Papa: “Este pasaje del Evangelio me impactó, esa experiencia de servicio me conmovió" expresa el Pontífice, y continúa: “al igual que los primeros discípulos, tarde o temprano llega el momento en que es necesario tomar una decisión. Se trata de “un momento decisivo para todo cristiano, porque en él se juega el sentido de todo lo demás". 

El encuentro con Jesús: ¿Qué hago? ¿Dejo mi egoísmo, por ejemplo, para seguirle o permanezco en mí? Aquí es donde se juega el resto. Si uno no encuentra el valor para ponerse en camino, corre el riesgo de permanecer espectador de su propia existencia y de vivir su fe a medias”. Cuando lo leí descubrí lo importante que es el tener una mente clara para expresar aquello que uno siente.
Creo que en mi vida he tenido que "marcharme" por haber descubierto lo que se me pedía en ese momento.
He tenido la ocasión de hablar con ello con un matrimonio de Paradas. Pues de ella me marché motivado por una llamada, una invitación, realizada por una organización, a la que pertenecía y que me pedía salir de un lugar y una situación maravillosa.
También tuve que elegir, mucho antes, de no volver de mi "lugar de confort" de mi casa, de mi barrio, de mi ciudad, para irme a otra por mi opción de vida que había elegido.
Y lo mismo hice, ya más cercano en el tiempo, cuando terminada mi vida de profesor, decido saltar el muro para el otro lado, dedicando mi vida, aún con vigor, al servicio de los más necesitados. 
Y como dice Francisco, para "dejar" es correcto que empecemos "pidiendo perdón" de las cosas que no fueron buenas. Dejar esas cosas y se sigue adelante.
“Qué hermoso es dejar todo esto para experimentar, por ejemplo, el arduo pero gratificante riesgo del servicio, o dedicar tiempo a la oración para crecer en la amistad con el Señor ”.
Para Francisco, sin duda, hay que aceptar el reto de marcharse para realizar la vida y es precisamente a lo que nos invita Jesús hoy a cada uno de nosotros: "No tengáis miedo de marcharos si es para seguir a Jesús, siempre nos encontraremos aún mejor". 
Así me parece a mí. Dije que sí en estas ocasiones sin poner condiciones, e incluso sin saber las condiciones de esa decisión.
También hay que decir que "marcharse" no tiene que entenderse siempre como algo físico. Cada uno debe conocerse a sí mismo y entender de qué se tiene que alejar en su vida para ser coherente con su opción personal. 
¡Preciosas palabras del Papa!

¡Hasta la próxima, primero Dios!

domingo, 8 de enero de 2023

Paso del 22 al 23

Las dos semanas que van del veinticuatro de diciembre al seis de enero, además de celebrar la Navidad, año nuevo y Reyes, y por eso, son semanas de encuentro y de mesa.

La Navidad es, en nuestra familia, la fiesta por excelencia. Nos encontramos normalmente el día veinticinco toda la familia. Este año, por las circunstancias, no ha podido ser esa totalidad. Aún así siempre es un momento especial. La comida es el lugar especial para desearnos feliz Navidad, un encuentro para celebrar el nacimiento de Jesús y un momento de celebrar juntos la vida.

El día anterior celebré la nochebuena con la familia de mi hermano Carlos. Es también un encuentro tradicional. 

El día de nochevieja la celebré con amigos casi de la infancia. A Javi y a Maricarmen los conocí antes de mi mayoría de edad ya que eran  vecinos del Cerro del Águila, limítrofe con mi barrio en Sevilla. También con una casa en San Nicolás, y con la presencia de Eulogio, cenamos juntos. Y los mismos, más otros amigos, almorzamos el día primero del año.

La víspera de Reyes fue un día intenso. Ya que almorcé con mis amigos, "mi familia", de Arahal. Este año con la alegría de tres bebes, hijos de tres sobrinos, nuevos componentes de la familia.

Y por la tarde vi pasar la cabalgata de los Reyes Magos por la calle Pages del Corro de Triana.  además de ser una preciosidad todas y cada de las carrozas, tenía la ilusión de ver a Olivia, hija de mi sobrina Lorena, que iba en la de Cenicienta. 

Después nos fuimos todos a casa de Paco y Silve a cenar. Junto con Manolo, Fátima y Mercedes pasamos una noche simpatiquísima. 

Así se pasaron estos días en los que hubo otros encuentros y visitas a amigos, aunque no pude estar con todos.

A estos seguirán momentos de tranquilidad y serenidad, soportando el frío propio de la época y de la localidad donde vivo.

¡Hasta la próxima, primero Dios!