lunes, 18 de junio de 2018

Esta primavera

MAYO



En esta primavera sin primavera, en el mes de mayo, he estado casi tres semana varado, como los barcos, en un sofá como consecuencia de una ruptura en un hueso del pié derecho que necesitó ese tiempo para soldarse. Y fueron sólo tres semanas. La fractura evolucionó muy bien y no tuve que tener más tiempo la férula. Todo fue muy bien, aunque las muletas no son lo mío. Eso me permitió disfrutar de la familia de mi hermana María José. Mis gran aliados en ese tiempo fue la televisión y el ordenador.
Celebrando el final de la liga con el grupo Azafrán.

A pesar de ello, algunos amigos
me sacaron de casa.


Preciosa estampa del cauce del Galindón en San Nicolás del Puerto


JUNIO



Una vez ya restablecido pude acompañar a unos amigos muy especiales a un viaje a Portugal. Nos conocemos desde que eran niños ahora son los que organizan el viaje y los que me invitan a acompañarles. Fueron seis días muy buenos.
Preciosa foto de la playa de Albufeira.


Con Esteban que vino desde Hamburgo para participar en el viaje.


Aprovechamos los días, aún nublados, para visitar el Cabo San Vicente.

Paco, el periodista, extasiado ante tanta agua a sus pies.

Manu absorbiendo su helado desde la lejanía.

Contemplando el océano. 

Esteban y Manu queriendo ir a la cueva de Benagil nadando. No llegaron, pero volvieron.




Y una vez regresado tocaba el viaje a Tánger con algunas de las mujeres de mi familia. Lo teníamos previsto desde hacía meses. Pudimos hacerlo y ha sido estupendo en todos los sentidos.