martes, 23 de abril de 2019

Mes de abril


Este tiempo del año esta enmarcado por la fiesta de la Resurrección.
La Cuaresma, con su carnaval previo, ocupa cuarenta días y desemboca en la Resurrección de Jesús tras la Semana Santa.
En mi tierra todo esto es ocasión de fiesta, de celebración: Es la fiesta de la Vida. 
Y vamos viviendo todo este tiempo paso a paso, cada uno con su ritmo. Y lo vivimos en comunidad, en familia, con lo amigos. Esta crónica quiere hablar de ello.

Semana Santa
La cruz de guía de La Lanzada. Una cofradía
que tuvo que soportar las inclemencia del
tiempo refugiándose durante unas horas en
otra iglesia de su recorrido. Al final pudo
regresar a la suya organizadamente.
El Cristo de Pasión.
En semana Santa las calles de Sevilla se convierte en un templo. La salida de las hermandades en su estación de penitencia hacia la catedral hace que sus imágenes salgan de sus iglesias. Los sevillanos, junto con los turistas, llenan el recorrido. 


Cada uno de los sevillanos tiene su devoción particular en la que puede salir de nazareno, penitente o costalero, o intenta verla como público a lo largo de su recorrido. Normalmente estas devociones provienen del ámbito familiar. Ver la procesión en su barrio es uno de los momentos más especiales de esta devoción.

Al fondo el paso de la virgen de la Esperanza de Triana enfrente de la capillita del Carmen. 

Desde hace años en mi familia hacemos todo lo posible por reunimos el viernes santo por la mañana en la entrada de la Virgen de la Esperanza de Triana. En ese día el barrio está de fiesta y tras la entrada de la hermandad se llena de animación.


Domingo de Resurrección


Ya es un encuentro tradicional el almuerzo familiar del Domingo de Resurrección. Un bonito día para una reunión siempre muy feliz. 














El doctor Elías Cañas

El doctor Elías Cañas García-Otero fue mi médico de infeccioso y falleció en noviembre. En el mes de septiembre me recibió. Lo encontré muy delgado. Y se lo dije. Con una sonrisa sarcástica no le dio importancia. Después de repasar todo mi historial me dijo que nos veríamos después de mi vuelta de Latinoamérica. Pero pensó un ratito y me dijo una frase que no se me olvidó ni por el contenido ni por el tono: "De todas formas nos veremos".
Murió de improviso, tras una enfermedad agudísima y rápidamente mortal. Y, además, a una edad relativamente temprana. Me trataba desde mi primera vuelta de Guatemala. E hizo prácticamente de médico de cabecera. Él me derivó a hematología. Allí me siguen tratando de mi inmunoglobulina M. Y también al endocrino por mi tiroides, que acabaron quitándomelo y que tenía escondido un carcinoma papilar. Era muy "pedagógico" pues te explicaba detalladamente con dibujos la enfermedad. Nunca un médico me había tratado así. 
A su validez profesional añadía su calidad humana. Te hacía sentirte a gusto con él. Tenía una voz profunda y cálida.

Y además era un gran pintor de acuarela. ¡Todo un genio!
Y para todo ello necesitaba tiempo. Las prisas no iba con él. Ni la cantidad de pacientes. Si era la primera vez podría durar la consulta hora y media. Las otras una hora. Y si tenías cita a las 12 o la 1 de la tarde podrías ser atendido a las tres o a las cuatro. 
Un amigo escribió de él: "Elías se opuso con su voz, su carácter y una práctica profesional que no pretendía rescatar la de otra época, porque el aserto era simplemente mentira: nunca hubo tiempos mejores, en términos generales; la buena medicina pública es un desafío actual, obra en construcción. Pero Cronos no aceptó la rebeldía, y resolvió pararle el reloj vital a media partida. Probablemente, porque Elías era mal ejemplo para los demás, en el código de valores del Dios del Tiempo."
Cuando fui a que me viera el que intentaba sustituirle, éste me dijo: "No crea que yo voy a ser como el Doctor Cañas..."  Al terminar la consulta me dije que no podría nunca parecerse a él. Lástima.
Gracias por atenderme y encantado de haberte conocido Elías. Poner esto es hacerte mi modesto homenaje. ¡Nos veremos!
Concentración espontanea en el Virgen del Rocío el día después de su entierro.
Con amigos



Como no tengo mucho que hacer tengo tiempo para compartir en ocasiones con los amigos. He aquí algunos momentos que la vida me ha permitido estar con algunos de ellos en este mes que va a terminar dentro de unos días. 
Amigos de San Nicolás del Puerto, ex-alumnos del IES " Maese Rodrigo" de Carmona, de Sevilla, Arahal y Paradas hemos compartido algunos de estos días y por distintas razones. Unos encuentros son periódicos como el fútbol, las cenas o el almuerzo del lunes santo que ofrecen Jesús y Cristina, y  otros más esporádicos.  











¡Hasta la próxima, si Dios quiere!