miércoles, 15 de diciembre de 2021

Guatemala me llama

Volver a Guatemala es romper el paréntesis de no estar en ella. A los dos días de llegar, ya estaba haciendo, con un matrimonio amigo, una posible ruta para acompañarlos el año próximo.

¡Siempre me quedará Guatemala! Pero esta frase -a diferencia del «Siempre nos quedará París» que le dice Rick a Ilsa es decir, Humphrey Bogart a Ingrid Bergman, en una de las secuencias cruciales de 'Casablanca', y que ha quedado en la memoria colectiva cinéfila como sinónimo de una suerte de antídoto contra la melancolía- para mí no significa lo mismo, pues si ellos no se verían nunca, en mí se hace realidad cada año.

Guatemala me llama hacia ella. Y Guatemala me recibe en sus espacios naturales, en sus colores, en sus flores, en sus gentes, en mis amigos, en sus comidas y bebidas, en sus tiendas, en sus comedores, en sus buses...

Menos el año pasado, y por culpa de la pandemia, desde el 2016 siempre he venido una o dos veces por año a Guatemala. No me importa visitar los mismo lugares al igual que no me importa visitar a los mismos amigos.

El recibimiento que me dan éstos es maravilloso. Desde mis amigos más cercano hasta el de la recepción del hotel o el taxista que me conocen años tras años, como la de la señora de la tienda-bar de la playa de Tilapa, destino seguro en mi estancia en Guatemala, que me recibe con "Ya le echábamos de menos".

A veces no llego a encontrarme con algunos de mis amigos. Esto me entristece. Y este año, por culpa de varias causas, ha ocurrido con varios de ellos. Lo siento y procuraré arreglarlo, primero Dios, en próximas visitas.

Suelo ir acompañado de amigos en mis viajes. Por seguridad primero y por ir con otro, pues no es lo mismo que ir sólo. Hago el presupuesto del viaje para dos personas. Y le agradezco mucho su compañía. Son personas con las que llego a estrechar mi amistad.


Conocer ya la mayoría del circuito de mi visita y el cuándo, cómo y por dónde debo moverme por el país, me hace muy cómodo y más seguro el viaje.
Para la vista es un lujo Guatemala. Hay estampas que son maravillosas. También hay algunas que son más difíciles de aceptar, de las que ya hemos hablado y seguiré subiendo.
Aquí se pueden ver algunas fotos que he realizado en este viaje, como las de esos niños almorzando en el comedor de la plaza de abasto de Antigua. 

¡Hasta la próxima, primero Dios!

Y es maravilloso encontrarte con personas con las que puede coincidir en un momento cualquiera y llegar a entablar una conversación y, a partir de ello, poder pasear toda una tarde como con Santiago de Argentina.










No hay comentarios.:

Publicar un comentario