sábado, 17 de abril de 2021

Cuatro metas para el mes de abril

Este mes parece que he salido de la hibernación, a la que me somete tanto la pandemia como la estación de frío y de lluvia de los meses del invierno, con una energía propia del que toma mucho Cola Cao. 

Se me presentaban cuatro objetivos a cumplir: hacer la declaración de la renta, eliminar las abolladuras del coche y pintarlo, realizar el proceso para la instalación de placas fotovoltaicas y que me vacunaran contra la covid-19. De ellas tres dependían en gran parte de mí, la última muy poco😉😉.

IPRF

Al día en el que escribo esta crónica, que quizás no sea el día que la suba, hice la declaración por internet el primer día que se abrió el plazo y en seis día ya estaba la devolución en mi cuenta.

Aprobé el borrador que Hacienda me hace, eso me ahorra mucho trabajo, pues al tener un único pagador, y no tener que declarar nada que no lo incluyera el borrador, era muy simple. Hasta yo solo he podido hacerla😂😂

Hacienda no me regala nada. Simplemente me retiene más de lo que suman los impuestos. Eso lo decidí yo y es una manera de ahorrar un poco especial. Así que estoy contento por ello. Primer objetivo alcanzado.

Pintar el coche


El coche que tengo lo compré en el 2006. Tiene muchísimos kilómetros. Tenía varios bollos en la carrocería, el estado de la pintura era horrible, pero funciona a la perfección. Además me ofrece muchísima seguridad. Le hago las revisiones continuamente y al menor fallo está en el taller de mis amigos Ramos en Cazalla. Y ha pasado la ITV el mes pasado sin ningún problema
Como no tengo previsto, ni posibilidades, el cambiarlo por otro, decidí hacerle una limpieza de cara. Pues a ponerse a buscas taller donde me lo pudiera hacer y llevarlo. Diez días con el coche de cortesía del taller y ya está otra vez a mi disposición.
He ganado tener el coche mucho mejor y, lo que a mí me gusta especialmente, unos nuevos amigos. Segundo objetivo logrado.

Instalación de Placas solares


Gracias a Dios, tuve la intuición de trasladarme a vivir a mi segunda residencia cuando volví de Latinoamérica. Estos años después lo vivo como una auténtica gracia, pues desde que llegué me dediqué a completar esta residencia para que pudiera vivir en ella más cómodamente. 
Antes la empleaba para fines de semana o para una temporada más o menos corta. Gracias a eso cuando llegó el confinamiento lo he podido realizar de una manera más que satisfactoria. En esos dos años y medios he tenido la posibilidad de instalarme cómodamente y de realizar las obras que debía realizar para terminar la parte posterior de mi vivienda. Esto continuó incluso hasta que pasó la intensidad de la primera ola de la pandemia.

Ahora, y después de vivir continuadamente aquí, voy a completar lo que sería la última fase de la última etapa. El clima en San Nicolás, y en general en toda la Sierra Norte, es mucho más frío que en el resto de Sevilla. Es necesario utilizar mucha energía eléctrica tanto en invierno como en verano. 

En los meses frío tengo como medio para aumentar la temperatura unos condensadores eléctricos. Estos mantienen la temperatura de la casa a unos 20 grados. Pero para ello es necesario emplear mucha energía que hace que sea elevado la factura de la luz. En otras épocas del año más benignas tampoco hace mucho calor. El agua de nuestra playa fluvial está siempre muy fría. Por ello preví instalarme como método de baño un yacusi y así poder calentar el agua para subirle la temperatura. De naturaleza soy un poco, o un mucho, friolero. Y aunque tengo unas mantas de PVC para calentar el agua del mismo, no consigo que esté a mi gusto los meses no centrales del verano, ya que me gusta emplearlo el mayor tiempo posible. Eso requiere una ayuda de termos eléctricos.

Pues esa última gran inversión, que espero sea el tercer objetivo de este mes, es la instalación de placas fotovoltaicas. Ya tengo realizado el estudio que me asegura tener energía gratis en las horas de luz solar. Incluso poder vender el exceso de la misma a mi comercializadora de energía. Aunque ella la venda más cara de lo que la compra. ¡Así son estos mercaderes! Según esos estudios la inversión estará amortizada en seis años. La gozarán mis herederos.

Con esta instalación aprovecharé en cargar los acumuladores de calor en invierno y poder calentar más el yacusi con la ayuda de calentadores, así como el consumo de electricidad normal.
Me han dicho que los días finales de abril los instalarán.

Vacunarme

Este ya es otro cantar. La vacunación va yendo poco a poco. Ya están vacunados 3 miembros de mi familia. Unos por profesión y otros por edad. O sea el 12,5 % que viene a ser un poco inferior al porcentaje de la población de toda España que, a día de hoy, es del 17,4% (con una dosis, claro).

El calendario se ve, en estos instantes, muy atrasado por las reacciones que han provocado algunas vacunas, lo que ha ralentizado la administración de las mismas dentro del plan general de vacunaciones. 

En el pueblo donde vivo han vacunado a los de 70 para arriba y a algunos entre 60 a 65 años. Yo estoy en medio. Mi deseo estar vacunado de las dos dosis a mitad de verano. Veremos.




¡Hasta la próxima, primero Dios!

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