Este tiempo de tantas limitaciones que estamos viviendo, ha hecho que se tenga más vida al interior de la comunidad en la que se vive, ya sea en la casa, en el pueblo o en los alrededores. Impedidos de salir de tu entorno estás más intensamente en él. Te hace saborear este tiempo casi de eremita. Pasear sólo, en silencio, es un placer. Y si lo haces por donde discurren arroyos, aún más. El agua tiene una atracción casi natural en mí. Me encanta estar cerca de sitios con agua ya sea en el interior como en la playa. Es como el fuego, me aduce. Encontré esta cita en el Quijote que puede darle un poco de sabor a esto que estoy queriendo expresar.
"Yo nací libre, y para poder vivir libre escogí la soledad de los campos: los árboles destas montañas son mi compañía; las claras aguas destos arroyos, mis espejos; con los árboles y con las aguas comunico mis pensamientos y hermosura". Primera parte. Capítulo XIIII (2 de 3).
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