sábado, 11 de marzo de 2017

Playas de Cuyabeno

“Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre los malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.”
Amazonía


Llegar a la Amazonía ecuatoriana es relativamente fácil ya que se emplea poco tiempo.
El avión que partió de Quito llegó al aeropuerto de Lago Agrio en poco más de media hora. Se veía desde él como un manto verde formado por las copas de los árboles que era separado por ríos serpeantes cada vez más anchos. Se anuncia a la llegada que la temperatura es de 30 grados en la pista.

Llegamos a su capital, Nueva Loja, donde se agrupa gran parte de la población del cantón perteneciente a la provincia de Sucumbío fronteriza con Colombia.
El cantón Cuyabeno, al que íbamos, se encuentra dentro de la reserva faunística del mismo nombre conocida a nivel mundial. Hablar de Cuyabeno es hablar de un tesoro de la Amazonía ecuatoriana, de una de las bellezas naturales del mundo, de tierra de lagunas y avistamiento de delfines rosados.
Se llama Playas de Cuyabeno por los menadros de tierra que hay en el centro del río en la unión de los rios Aguarico y Cuyabeno.
La reserva se extiende en un territorio de más de 600.000 has. entre las cuencas de los ríos San Miguel al norte y Aguarico al sur, siendo un bosque húmedo tropical amazónico.
Nuestro destino se encuentra en el corazón de la reserva, Playas de Cuyabeno, dónde se encuentra la Unidad Educativa del Milenio “Victor Dávalos” a la que íbamos a visitar.

Los pozos de petroleos que abundan en la zona.
Desde el aeropuerto nos dirigimos en autobús de línea a Tarapoa, capital del Cantón. Allí hicimos noche. 
Nos recibió Raúl responsable administrativo de educación. Él nos había preparado los medios para llegar a nuestro destino final.
Por la mañana, y en un coche de la administración, llegamos, después de una hora, al río Aguarico, un afluente del Napo que desemboca en el Amazona. En ese recorrido vimos bastantes pozos de petróleo, auténtica riqueza económica de esta región del país.
En Centro Unión, una pequeña población que hace de puerto fluvial, tomamos una lancha del Ministerio de Educación. Esta lancha es un barco escolar, pues sirve para ir recogiendo a los chicos en la ribera que asisten a la Unidad Educativa. Estamos hablando de otro concepto de transporte escolar.
Tardamos unas dos horas y media hasta llegar a Playas de Cuyabeno, ¡y eso que íbamos a favor de la corriente!
Aunque monótono, pues es siempre la misma vista, el viaje es muy atractivo. La frondosidad de la selva se desborda sobre el cauce del río. 
Éste lleva bastante caudal y su cauce es muy respetable. Podría decir que es de ancho como dos veces el Guadalquivir a su paso por Sevilla. Si éste es un afluente del Napo, un afluente del Amazona, ¿cómo será el cauce y el caudal de éste? Por todo ello es impactante el viaje. 
El tiempo que nos hizo fue fabuloso. De habernos cogido una tormenta, cosa no tan difícil, hubiéramos tenido que acercarnos a la orilla, amarrar la barca y es perar que amainara.
En ese tiempo vimos poco movimiento de lanchas y barcos en el río: uno que llevaba turistas muy bien dotado de chalecos salvavidas, otras lanchas de ribereños y uno más  grande que transportaba vehículos de las plantas petrolíferas que se encuentran más abajo de dónde íbamos.
El recorrido se hace un poco largo pero es impresionante descubrir cómo te vas metiendo en una zona natural tan privilegiada como alejada de la sociedad. 
No llega nuestra señal de teléfono y sólo un internet que funciona cuando quiere es el contacto con el exterior de esta parte de la selva amazónica. De hecho hemos pasado más de tres días incomunicados por señal telefónico y de internet.  

En un marco impresionante surge la silueta al fondo de la ciudad del Milenio 
"Playas de Cuyabeno".
Playas de Cuyabeno
Playas de Cuyabeno, territorio habitado por la nacionalidad Kichwa, es un nuevo modelo de desarrollo, donde se aprecia la primera comunidad del milenio, en perfecta armonía con el medio ambiente.
Las viviendas de la ciudad, rodeadas de cesped, junto a la Unidad Educativa que se observa al fondo
Esta Parroquia Rural de Cuyabeno, denominación oficial del lugar, fue construida en un antiguo asentamiento indígena. Fue contruída por la empresa Petroecuador como compensación hacia la comunidad indígena propietaria de la tierra donde se encuentran importante pozos petroleros. 
Esta compensación fue una claúsula  que le exigió el gobierno actual del Ecuador a la empresa para seguir trabajando allí. Las comunidades locales se tenían que beneficiar de esa riqueza de su subsuelo.
Los habitantes dicen que fueron ellos los que escogieron el modelo de casas que querían que les construyesen en la ciudad. 
Y están orgulloso de ello. Los casi 500 habitantes de la ciudad habitan en las 70 casas que la compone junto a la Unidad Educativa del Milenio que reune a estudiantes de diferentes nacionalidades indígenas a lo largo y ancho del río Aguarico.
Trabajo comunitario de todos los adultos de la ciudad.
La organización de la ciudad me recuerda organizaciones ideales del socialismo utópico o las Misiones Jesuíticas Guaraní localizadas entre la Cuenca del Plata, el río Paraná y el río Uruguay. En este artículo encontramos muchas coincidencias (https://es.wikipedia.org/wiki/Misiones_jesu%C3%ADticas_guaran%C3%ADes)
Esta comunidad no tienen jefe como suele ocurrir en otras. Todo se habla y decide en la comunidad cada principio de mes. El primer domingo se reunen desde las ocho hasta la una y desde las dos hasta las 4,30 de la tarde para discutir sus asuntos. Y todos van a esas reuniones como van al trabajo comunitario del sábado anterior. El no asistir significa una multa de un día de trabajo (13 dólares). Y están obligados a asistir los mayores de 15 años y menores de 50. Los mayores que no tienen obligación de asistir a ese trabajo, si pueden participar en la asamblea comunitaria con derecho a voz y voto.
Pudimos participar en la fiesta de cumpleaños
de Becquer nieto de Dª Rita y Don Manuel. 
Observar cómo todos trabajan en la ciudad, la puntualidad en la asistencia al punto de encuentro, el fiel cumplimiento de las tareas asignadas en la asamblea, la aportación de alimentos que debe llevar cada familia… es impresionante. Esta organización es ancestral y se llama Minga. También es común en las comunidades indígenas de Guatemala.
Esta ciudad está muy bien atendida en el campo de la salud. Tiene dós médicos y dos enfermeros que se turnan. Conocimos a Tiana, médico y a Marcos, enfermero, que me curó un dedo. Ellos van visitando las casas que se encuentran tanto en la rivera como en la ciudad. Un trabajo ejemplar. Y el sábado estuvimos con los bomberos que venían a visitar las instalaciones de los lugares públicos.
Almorzando donde Dª Rita con los bomberos.
Chicos kichwas, el martes, dentro de la unidad educativa.
En ella no hay ni motos ni otros vehículos a motor. El agua se potabiliza y la luz eléctrica es producida por un generador. Está limpia, bien conservada y con mucha tranquilidad; además de que el río pasa junto a ella creando un espacio de gran belleza. De alguna manera podríamos considerar a Playa de Guayabeno como un lugar idílico.
El fin de semana que llegamos pudimos compartir la comida con Dª Rita y su marido, D. Manuel. En su casa probamos alimentos y bebidas típicos de éste lugar: la chicha de yuca; el casabe, tortilla hecha a base de yuca o el pan de yuca a base de yuca, huevo y queso de forma alargada. Aún no he degustado los mayones asados. Son ¡gusanos de dentro de la palma de coco! ¡Dicen que saben a coco! 
Ejemplar de Guanta de Wikipendia.
También en la comida de la Unidad Educativa he probado por primera vez el Guanta un mamífero como el cuy, pero más grande. Este se caza a la orilla del río cuando se acerca a beber. Solo sale en la noche, se alimenta de fruta y vegetales. Y en algunos lugares su caza está prohibida.
La imagen de la ciudad es un superficie verde con casas sobre pilares. Además de tener numerosos espacios deportivos cuenta con un coliseo, centro de deporte cubierto con gradas, que sirve como lugar de encuentro para todo y para todos.
El clima, cálido, humedo y lluvioso sorprende. Pasar de estar a casi 35 grados y aparecer una tormenta imensa, es cuestión de segundo. Aquí pude soportar una noche una lluvía torrencial con gran aparato eléctrico y viento. Realmente impresionante. Al día siguiente un calor insoportable que dio paso otra vez a la lluvía. Y así ha sido los ocho días que he tenido la suerte de pasar en este lugar.
Algo que me llamó la atención es que las personas de la ciudad, siendo todos Kichwa, no hablan su idioma. Los abuelos sí lo hablan, pero ya los padres de los estudiantes han abandonado su lengua en sus relaciones mútuas utlizando el castellano. Sin embargo en la escuela es una asignatura obligatoria, aunque parten del castellano para explicarlo.

UEMEB "Victor Dávalos"
De izquierda a derecha: Ronals de nacionalidad Shuar, Robinson es Kichwa y Tarquino es Cofan. 
Su nombre es Unidad Educativa del Milenio Intercultural Bilingüe "Victor Dávalos" un jesuitas que trabajo con los Kichwa hace ya tiempo. A ella asisten cinco etnías diferentes además de la Kichwas, que es la mayoritaria: Siona, Shuar (llamados Jíbaros, nominación despectiva para este pueblo) Secoyas, Cofanes y Awa. Cada una con su idioma. Los martes cada estudiante lleva la camiseta del color de su nacionalidad. Así la unidad educativa cumple también la función de interrelación y fratenización entre ellos.
Hablando con los representantes de los alumnos de la U.E.
Hablé con Felipe, de nacionalidad cofán, en nuestra estancia en Centro Unión cuando esperábamos la lancha del ministerio. Es el representante oficial de la Parroquia Rural Playa de Cuyabeno aunque vive en otro nucleo de población. Es de la étnia Cofan y fue elegido en una población de mayoría Kichwa. Decía que no estaba de acuerdo de que se hiciera esta unidad educativa tan grande porque los cofanes se sienten en minoría y allí no aprenden el Cofán sino el Kichwa, pues hay clase de Kichwa en todos los niveles. ¡Qué se debería hacer una por comunidad! ¿Cómo solucionar la calidad educativa que ofrece un centro con todos los avances, con el respeto a las diferentes culturas y tradiciones? Estas son posibles vías de trabajo para el futuro.
Poder contemplar la tarea de los estudiantes en el laboratorio de química, en esta regíon tan apartada del centro del país, es toda una satisfacción por lo que supone tener una educación de calidad en plena Amazonía.
Los alumnos son unos 220 de los cuales más de la mitad llegan en las lanchas a las siete de la mañana lo que les ha supuesto a algunos a levantarse a las cuatro de la madrugada. Y llegan a sus casa, algunos a las cuatro de la tarde. Más de doce horas. Importante para contrastarlo con otras realidades.
Las dos lanchas que hacen de transporte escolar. Una viene de río ariba y otro de río abajo.
La Unidad Educativa cuenta con una residencia escolar en la que hay veinte alumnos presentes de los veintisiete inscritos. Son alumnos que pueden venir aún más lejos de los que viajan diariamente. 
Con los chicos y profesores en la fiesta de la residencia, la última noche. El coordinador de la residencia, Luis Alfredo, lleva la falta típica de los Kichwa.

Un gran esfuerzo del país por la escolarización de los niños y jóvenes. Además de los alumnos, los profesores que no residen en la ciudad de milenio, lo hacen en la residencia escolar, algunos con sus familias. Esto le da unas características especial a esta unidad educativa. Es la primera que he visitado en la que esto sucede. Por eso es importante conocer la realidad de primera mano, pues nadie me había informado de ello.  

Para mí, y para Luis, mi compañero, ha sido una riqueza muy importante estar estos días en este lugar: por su belleza natural, por la organización que hemos visto en la comunidad, por las magníficas instalaciones de todo tipo, por el contacto y acogida de los que nos recibieron... 

La vuelta, al viernes siguiente al que llegamos, fue larga, tres horas y media. Además de ir contracorriente la lancha estaba llena, quizás demasiado. 
Eddy, uno de los miembros de la administración
provincial, informando a los estudiantes.
Además de los que la usan diariamente iban los que salían de la residencia para el fin de semana, los profesores, las cocineras, nosotros y unos especialistas del distrito que habían ido a informar de la prueba de fin de bachillerato y lo que hay que hacer para inscribirse en los estudios universitarios. En total más de 85 personas. Después en Centro Unión fuimos hacía la capital de Lago Agrío, donde hicimos noche.
Ahora seguiremos nuestra tarea en otra comunidad del oriente ecuatoriano a la que nos desplazaremos mañana desde la capital de la provincia de orellana dónde nos encontramos.
Puente que cruza el río Napo, en la la capital de la provincia de Orellana.
“Hasta la próxima, primero Dios”

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