domingo, 28 de agosto de 2016

David Antona

“Invita a los pobres”
Jesús nos dice que tenemos que ser humildes. Que no debemos ser soberbios, ni superiores a los demás. Que no hay que presumir de nada… que debemos ser sencillos. Y que no debemos de darnos importancia. Y que el que sea importante que actúe como si no fuera. ¡Nos sentimos con poder y pisoteamos al otro! ¡Además sin compasión! ¿Qué difícil es ser sencillo?

La muerte, la Vida, de David

Primero fue a través de mi amigo Jorge de México y después por Miguel de Sevilla, y a través de Facebook, cuando conocí que David acababa de morir el sábado 27 de agosto.
David Antona era un sacerdote de la congregación Verbo Divino que conocí cuando llegué a Sevilla desde París en el año 1992.
Era párroco de una Parroquia, Nuestra Señora del Carmen, muy encarna al mundo de los pobres, de los emigrantes, de los obreros, gracias a la encarnación que en ellos hacían los sacerdotes y los que componían esa parroquia. Además era una persona que conocía perfectamente la Palabra. Y otro además es que era una persona muy “buena gente”. Siempre estaba dispuesto a echar una mano a aquel que se lo pedía.
Le encantaba venir a la parroquia de Juan XXIII. Allí se encontraba en su casa: eucaristías, fiestas, reuniones, comidas… en ella se encontraba en su casa. Era querido por todos. A mí me sacó de varios apuros, pues me suplió en algunos momentos importantes.
Nunca olvidaré cuando, en una recaída en la enfermedad de mi madre, y casi sin entenderme por hablarle con una voz quebrada por el dolor, vino inmediatamente a suplirme. Si compañía, su consejo, su estilo, era un verdadero estímulo para mí.
Su opción por lo pobres era clara. Y no de palabra. Su estilo de vida, sus opciones, su compromiso, así lo atestiguan.
David… no he podido cumplir algo que te prometí y que me recordaste, el ir a verte en tus destinos allí por tus queridas tierras navarras.
Gracias por tu amistad, gracias por tu ejemplo, y ya en la compañía del Padre, en la VIDA, intercede por nosotros, intercede por mí.

En la catedral de Huehuetenango

Como todo los domingos que estoy en Huehuetenango, he ido a la catedral a la misa de diez. Sin saberlo, me he alegrado mucho, pues al final de la Eucaristía, el que la presidía llamo por su nombre a mi amigo Danny. A Danny lo conocí cuando estaba en la casa Miller. 
Es sobrino de la hermana Ana María, clarisa del monasterio, lo que hizo que el encuentro con él fuera incluso cuando ya no estaba residente de la dicha casa. Y escuché su nombre y lo ví subir hasta el altar para recibir una bendición especial por sus 18 años que cumplirá mañana veintinueve de agosto. Esto es muy normal.
Antes de terminar la misa, y antes de la bendición, las personas que cumplen años, a niversario de matrimonio, han terminado una carrera, han pasado o van a pasar una operación… son bendicidos ante toda la comunidad… lo mismo hacen con los niños a los cuarenta días de haber nacidos. Es algo muy significativo.
Esta catedral iba para iglesia parroquial de Huehuetenango pues no fue diócesis hasta 1967. Su fachada es de estilo neoclásico con pares de columnas a cada lado de la puerta principal que sostienen una gran cornisa y sustenta a su vez un frontón triangular partido. A su lados se encuentran dos campanarios muy coquetos.
Su planta es basilical de tres naves divididas por grandes pilares. Esta consagrada con el título de la Purísima Concepción.
Se comenzó a construir el 1867 y se terminó siete años más tarde con una gran fiesta, dicen las fuentes, memorable.
La historia dice que aún no terminada, en su interior se refugiaron aquellos que se oponían al golpe militar de Rufino Barrios (1869). Y que gracias a ello no pudo tomar la plaza de Huehuetenango, saliendo herido en el intento. Los muros en ciernes de lo que sería la catedral fueron la fortaleza que lo impidió y Barrios jamás olvidó “la afrenta”. Cuando llegó al poder trasladó la capital, cabecera, del departamento a la ciudad vecina de Chiantla, en donde estuvo de 1881 a 1885. Su cojera se la recordaba todos los días.
El 18 de abril de 1902 un terremoto sacudió y casí detruyó algunas ciudades del occidente del país, pero la catedral de Huehue, resistió esta segunda embestida y a partir de entonces se ha convertido en un auténtico símbolo de energía y vida. 
Independientementede la confesión religiosa que se profese tenemos que aceptar que la belleza de la catedral no sería tan completa, si no uniéramos en su solo concepto la noción de tres tipos de belleza: la simbólica, la física y la abstracta.
 
Y unas fotos de esta semana pasada

Me impresiona el lago de Atitlan.
Para los 120 amigos que me han enviado me gusta y a los 18 que han comentado la foto de portada le dedico esta foto.
Que te tomen una foto sin darte cuenta aumenta la capacidad de ésta de decir el estado en el que te encuentras.
Sin lugar a duda la admiración de lo que veía, la serenidad y la paz que tenía, la sensación de estar en un lugar única... están muy bien captadas.  
Alexis y Juan alumnos del Americano con los que he continuado el contacto a partir de la charla que les impartí.
Esta semana tuvimos una nueva Asamblea  debido a cuestiones de papeleos . La nueva presidenta de Imucané es Celia. 
Diego ya tiene seis años. Y allí estuve celebrándolo con él y su familia.
En su cumpleaños me encontré a Colocha. Ya quedamos para vernos está semana que comienza.
Y comida con amigos Saraney y Obed. Un buen caldo de marisco que estaba como menú del día.
Y una de las chicas de la residencia, Mariana, trabajando este domingo en tareas propias de su carrera de magisterio. 
“Hasta la próxima, primero Dios”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario