jueves, 7 de marzo de 2024

Y en esa semana

Llegué a Guatemala el martes día13. Como siempre me esperaba el taxi. Ese día lo dediqué a hablar con mi amigo el doctor Mynor que me dijo un tratamiento. Este fue muy eficaz. Poco se fue quitando el dolor, me ayudó a respirar mejor y me quito los calambres en los dedos de los pies. 

El miércoles fui a Quezaltenango quedándome en el hotel de mi amigo Rafa. No quería darme otra vez un viaje desde la capital hasta Huehue de otras ocho horas de viaje. Aún no me encontraba muy bien, por lo que, siguiendo las recomendaciones de Mynor al día siguiente seguí mi viajé a Huehuetenango. Allí me hospedé en el hotel que habitualmente me alojo. El trato de Marta y de las otras mujeres que están al cargo del mismo fue excelente. 

Pude verme con Carlitos, el padre de mi ahijado; las hermanas clarisas; Manrique y Carmen junto a Patricia y su marido; Gudiel y Mark; Juan Manuel, Rossana, Pepi, Concha, Mhortin y Gerardo; Hellen, Emile y Ernesto; Shirley, Diego y Sebastián; Sefe y Luis; Danilo y su amigo... También visité en su clínica al doctor Amílcar que me hizo un reconocimiento y electrocardiograma. Con los medicamentos que me dieron entre mis dos amigos médicos me fui manteniendo para poder estar con ellos. Eso sí, me quedaba mucho tiempo en mi habitación.

Huehuetenango me encanta. Me siento muy bien en ella. y, a pesar de todo, pude disfrutar del calor y cariño de mis amigos. 

El martes 20, ocupe todo el día en ir desde Huehue hasta la capital. Se me hizo muy largo, aunque el autobús estaba medio vacío por lo que viaje fue cómodo. Dormí en la capital y al día siguiente, con Sergio, fui al aeropuerto donde me esperaba un largo viaje. Ya lo cuento en la próxima crónica.

¡Hasta la próxima, primero Dios!

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