lunes, 26 de septiembre de 2016

Quetzal

“Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén”
Decidió en obediencia al Padre, en escucha profunda, íntima, de su voluntad. Y por eso la decisión era firme, porque estaba tomada junto al Padre. En el Padre Jesús encontraba la fuerza y la luz para mantener sus opciones. Y Jesús era libre; en esta decisión, en la que le iba la vida, era libre.
Un dios en el aire
El nombre hoy tiene varias connotaciones aunque originariamente era suyo: El quetzal, la ave.
Es una de las aves más preciosas del mundo y tiene gran parte de su habitat en Guatemala. Es más los guatemaltecos la tienen como propia.
Es una ave trepadora de unos 40 cm de altura, sin contar la cola. Su color es verde tornasolado en la parte superior del cuerpo y rojo en el pecho y abdomen, con el pico y las patas color amarillento, un moño sedoso en la cabeza y una cola tan larga como el cuerpo.
Es propio de bosques cálidos cubiertos de nieblas tanto de Centroamérica como América del Norte. Quizás por eso los conquistadores no la descubrieron hasta final del siglo XVIII.
Los indígenas, que la valoraban por su cola,  no lo mataban nunca pues era un animal sagrado: “Un dios en el aire”
Hoy es uno de los símbolos de Guatemala y aparece en el escudo del país.

El periódico español El Pais publicó la semana pasada un artículo sobre él que me encantó. Esta es la dirección del mismo:
El quetzal es también el nombre de la moneda de Guatemala cuando en 1925 sustituyó al peso guatemalteco; nombre por el cual se puede aún en el día de hoy escuchar que se le llama a esta moneda.
Desde el 2000 es una moneda estable al mantener su paridad con el dólar (7,50 quetzales = 1 dólar USA), la cual la convierte en una moneda estable y confiable para poder invertir con esta unidad monetaria.

Cosas pequeñitas pero grandes
Llegó Juguetona
Junto a nuestra querida gata "Mimosa" tenemos, a partir de esta semana, una perrita. “Juguetona” le decían los chicos del colegio Dieguez Olaverri que está a la par de Imucané. Ya hace tiempo que Celia quería tener una. 
Pues bienvenida a Ixmucané.
En el bus
Llevo utilizando el bus que llega a Ixmucané desde que comencé mi estancia aquí. Lo tomo siempre en la misma esquina y desciendo también en ella.
Hace unos días, ensimismado, sustraído en mis pensamiento, observo que todos mirán para detrás, que me miran a mí. Y entonces me doy cuenta que está el autobús parado en mi parada.
El piloto, como le llaman aquí al conductor, había parado para que me bajara al ver que no me había levantado para ir hacía la puerta. Me dirijo a la puerta y le doy las gracias ante las sonrisas de los pasajeros.
Todo un detalle que te hace ser considerado persona, independientemente de donde estés. Me encantó el detalle del chofer.
Alumnos del Colegio Dieguez Olaverri mirando a Juguetona.
“Hasta la próxima, primero Dios”

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