“Y trataba de verlo”

El quería verlo porque se interrogaba quién era y si
podría significar algún peligro para él por el eco que sus obras y sus palabras
despertaba en la población. Además Jesús lo había increpado y lo había puesto
en ridículo en público.
Herodes lo que temía es que fuera alguien tan libre, que
actuara sin su control y que no le temiera.
Mantener el equilibro
La fortaleza interior se consigue con el silencio meditativo
y la sonrisa pacificadora.
Ello significa que debes evitar el conflicto y no entrar en una
estéril competencia con el otro. Hay que mantener tus planteamiento hasta el
final pero no enfrascarse en dialécticas que no llevan a ninguna parte.
Conserva siempre una actitud humilde a la hora de mantener
tus planteamientos.
Tú fortaleza se basa en el convencimiento de tus ideales, en
el valor relativizador de tus opiniones, en tú alegría constante, en la
seriedad de tú vida y en la mirada
reflexiva interna y externa.
Piensa primero en ti para conocerte en cualquier
momento de tu vida. Esto te dará una gran confianza y sencillez en tu
vida, y te ayudará a la hora de ponerte a descubrir y analizar a los demás.
Que nada ni nadie te quite la paz incluso en los momentos más duros,
pues son en ellos donde tienes que estar más sereno para tomar las mejores decisiones
o para no tomar ninguna que muchas veces es la mejor decisión. Y esto a pesar
que los sentimientos y emociones claman mostrase al ser parte de nuestra condición
humana.
Estas convicciones proceden y se basan desde mi FE, estando
en la base de este plantemiento que busca ser fuerte y vivir en Paz con uno mismo, con los demás y con lo que nos rodea.
“Hasta la próxima, primero Dios”
Muy interesante mi querido amigo, lo más importante es nuestra paz interior, este artículo que has publicado me ha sido muy útil y de mucho beneficio, a veces me frustro con los demás y veo que siempre me ganan y yo salgo perdiendo, algo he aprendido, gracias por ser mi amigo y por las cosas que escribes ánimo y adelante hermano.
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