Después que pasó el verano pude recoger los membrillos de mi terraza. Este año me ha dado una buena cosecha al contrario de los que me dieron los ciruelos. También hace unos días recogí los madroños que la finca que está detrás de mi casa.
Con lo membrillos hago tres productos. El típico membrillo y la compota, el licor de membrillo y el mistela. Con los madroños, unos frutos raros de encontrar en los mercados, realizo también licor.
El método de hacerlos es el mismo. Poner los frutos en un tarro grande, meter los frutos, añadir el azúcar hasta cubrirlos, esperar que se haga el almíbar, añadirle el agua de la cocción de los frutos y añadirle el ron blanco. Es lo que utilizo en vez de anís. Este no me gusta mucho. Y eso lo hago también con limones, manzanas, frutos del bosque, cerezas...
Ahora intenté hacer licor de bellotas, pero tendré que hacerlo de otra manera. De todas maneras pelar las bellotas lleva mucho tiempo, es muy laborioso. Las bellotas me las regala la encina que está al lado del linde de mi huerto. Así que las tengo en casa.
Hoy he preparado el salmón marinado y el lomo cerdo ibérico tras haber pasado casi cuarenta y ocho horas entre sal y azúcar. Uno rodeado de aneldo y el otro entra varias especias. El primero en el congelador y el otro en el frigorífico bien atado.
Todo esto es nuevo para mí. Antes de estar jubilado y de vivir en la casa del pueblo, nunca había hecho nada de esto. Además de no tener tiempo para ello no tenía los medios para hacerlo. Aquí he aprendido la forma de hacerlo. Ello me produce una gran satisfacción junto con el placer de regalárselo a mis amigos.
Seleccionando y limpiando los madroños
¡Hasta la próxima, primero Dios!
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