lunes, 4 de noviembre de 2024

Maestra

Aunque la conocí casi de refilón cuando visitaba a unos amigos en común en Lora del Río, Lourdes, me cautivó. Después supe que era hermana de Javi, compañero de magisterio, y que pertenecía a una organización en la que fuimos miembros del mismo equipo cuando volví de París y me fui a vivir a San Nicolás. 

La he visto desde entonces como una persona que me transmitía vida, calidez, compromiso y cariño. Y risa. En eso conectábamos perfectamente. Es una persona en la que utopía de un mundo mejor le llevaba a un estilo de vida. 

Ayer domingo Lourdes vivió un momento muy precioso. Fue reconocida por el pueblo, que ha hecho suyo, como "Hija adoptiva". Y con ella lo vivimos familiares y amigos. ¡Qué precioso es que un pueblo te dé esa distinción!

Hoy quiero que ese momento que viví con ella, con ellos, quede registrado en mi blog. Y para ello pondré por escrito lo que de ella manifestó la presentadora del acto y registré en mi móvil. 

"Doña Lourdes Soriano Arias, nació en Sierra de Yeguas, en Málaga. Siendo niña se trasladó luego con su familia a Sevilla. Tuvo una infancia muy feliz. Recuerda en su pueblo y cómo junto a sus amigos veían volar sobre sus cabezas unas aves, que ellas llamaban de aquella forma, pero luego, con el tiempo, ha descubierto que eran los flamencos de la laguna de Fuente Piedras. Las bases de su infancia me dice que son: padre, su madres y su abuela, junto a toda su familia, porque junto a su casa vivían  sus tías, que estaban dedicadas a ella y a sus dos hermanos. En ese ambiente familiar escuchó sus primeros cuantos, leyendas y romances. Eran personas cultas para la época. Recuerda la abundancia de amor y dedicación que le profesaron. 

Huérfana de padre, muy pronto se traslada a Sevilla y allí viven con sus dos hermanos y su madre. Recuerda con cariño su estancia en Sevilla, sus calles, sus rincones y el amor por la Semana Santa, que aún conserva. Su hermano mayor quedó como cabeza de familia. Cuando ella dijo que quería estudiar periodismo le aconsejó que se fuera por una carrera que pudiera estudiar en Sevilla porque trasladarse a Madrid, en aquel entonces, pues no entraba en la economía familiar. ¡Quizás más adelante! Así fue como Lourdes ingresó en la Escuela de Magisterio. 

Allí conectó con gente preocupada por la renovación pedagógica y se fue enamorando por todo lo que suponía enseñar. Atraída por movimientos renovadores y guiada por profesores de vanguardia pedagógica, se olvidó del periodismo. Con diecisiete años comenzó a participar en manifestaciones estudiantiles de la época. Conoció, a través de unas compañeras, la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica). y fue la respuesta a sus opciones sociales y críticas en conjunción con su educación cristiana de toda la vida. En este ambiente conoció a Federico Luque, su marido. Primero eran compañeros. y ella nos cuenta que el enamoramiento vino más tarde. 

Su primer destino fue Alcolea del Río, pero poco después le dieron Lora como destino definitivo, y Lourdes trabajó sin descanso para conseguir lo que se había propuesto cuando comenzó magisterio. Cuando hace balance de su etapa de docente recuerda la escuela de adultos, la primera que existió en Lora y que montaron en la casa parroquial de la iglesia de Jesús donde fue un trabajo en equipo. Ella nos recalcó, todo el tiempo, que su trabajo, siempre ha sido un planteamiento de grupo. con un compromiso alto por su parte, pero siempre ha trabajado con un grupo de personas.

Recuerda que las chicas venían del campo todas las tardes en carro, anocheciendo, porque a las siete de la tarde ya era de noche, pero con unas ganas tremenda de aprender. Esta experiencia ocupa una parte muy importante de su memoria, de la que se siente muy satisfecha.

En el colegio Reyes de España entró con esta visión de la vida y de la sociedad en plena ebullición de la transición. Y se dio cuenta que tenía una gran labor por delante. La primera promoción de octavo que tuvo la recordará toda su vida porque querían hacer un viaje fin de curso a Torremolinos, porque la mayoría de alumnos no conocían el mar. Hicieron pues lo típico: subastas, papeletas, mantecados, pero eso no fue suficiente. Y entonces se le ocurrió escribir cartas a todas las instituciones, pidiendo recursos: a la Casa Real,  a la diputación, al ministro Javier Solana, a Tierno Galván, al presidente de la comunidad. Les contestaron todos con misivas muy cariñosas, muy entrañables, pero el único que el envió dinero fue Javier Solana. Y con ese dinero se fueron. Todavía hay alumnos de aquella promoción que la ven por las calles y le dicen: "¡Maestros, que fuisteis los primeros que nos llevasteis al mar!" Esto parece ahora el título de una película reciente, pero que eso ocurrió hace mucho tiempo.

Lourdes es también autora de teatro y de poesía. El teatro es para ella siempre fue una labor de concienciación. Las obras las escribía pensando en sus alumnos. "El teatro es poesía que se sale del libro para hacerse humana" dijo Lorca.  Un autor al que voy a recurrir, porque yo sé que Lourdes es muy lorquiana. Una situación que se daba comúnmente en el colegio es la ausencia de una parte del alumnado que se tenía que ir con sus padres "a la aceituna" y ese tema estaba en sus obras. Hizo incluso turné por los pueblos de la comarca. Llegaron a representarla en el López de Vega.

 Comenzó escribiendo poesía para enseñar en el aula algunos conceptos de literatura, como es la métrica, la rima, algunas figuras literarias, pero "la poesía no quiere adeptos, quiere amantes" dijo Lorca también  y ella consiguió inocular en sus alumnos  el virus del amor por la lectura y el amor por la literatura, y por eso, todos sus alumnos la aman, adornan y la consideran una luz en sus vidas. Con su mirada inquieta e inteligente les hizo descubrir facetas de la vida rutinarias de Lora que no apreciamos el resto de los mortales.

Lourdes es una persona que todos queremos tener a nuestro lado. Es una persona positiva, a pesar  de los dificultades que la vida le ha vida le ha ido presentando. Una persona culta, empática, inteligente, humilde, amable, cariñosa, vitalista, atenta, divertida y buena, muy buena. Como dijo Lorca también "Hay almas a las que uno quiere asomarse como a una ventana llena de sol".  

Una vez una alumna pequeñita le dijo "Maestra, maestra, qué dicen ¿qué tu no eres de Lora?"  y ella le explicó que uno es de donde vive, donde trabaja y donde es feliz, pero que no había nacido en Lora. la niña se quedó muy contenta porque le dijo " Ah, claro, yo también he nacido en el hospital de Sevilla"

Cuando ella llegó a Lora vió el azulejo de la estación y recordo que en su infancia había oído el nombre de la Virgen de Setefilla, y cuando conoció a la familia de Federico oyó los nombres de Setefilla, Set y Filli. Y el nombre de Sete le encantó.

Sin embargo a los largo de estos años, ha podido comprobar que aunque una persona aunque lleve viviendo mucha tiempo siempre hay alguien que te pregunta "¿Tú eres de Lora?, ¿pero ... de Lora, Lora? Haciendo distinción entre los que son de toda la vida de aquí y los que vinieron más tarde.

Por todo ello Lourdes, mereces que Lora te reconozca como persona digna de homenaje y te conceda el mayor título honorífico que concede el ayuntamiento el de Hija Adoptiva, porque Lora del Río te quiere.  

Y, Lourdes tranquila, que tú, ya con la distinción de hija adoptiva, ¡Eres de Lora, Lora! ¡Enhorabuena!

 

Y esto es sólo parte de la vida de Lourdes en Lora del Río. Lourdes ha tenido más vida en Lora, a nivel personal, familiar, social, cultural... Y no digamos fuera de su querida villa de adopción.

¡Hasta la próxima, primero Dios! 

1 comentario:

  1. Querido Alfredo. Lo que me dices y me dicen no hubiera sido posible sin personas como tú a mi lado. Fue muy emocionante para mí el
    reconocimiento recibido,
    pero vi, con claridad, que
    me hicieron representante
    de acciones colectivas
    muy compartidas con
    todos vosotros desde el
    equipo, desde desde el
    Colegio, desde el sindicato,
    desde la HOAC...y aún seguimos queriendo tocar la Luna con los dedos y cogiendo madroños contigo de guía en San Nicolás. Un abrazo muy fuerte y que no nos falten nunca tus carcajadas.
    Lourdes Soriano Arias

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