sábado, 16 de noviembre de 2024

Día de San Diego




Hace unos meses, el 17 de mayo, escribí sobre la Romería de San Diego de San Nicolas del Puerto. El 13 de noviembre se celebra su día. No es un día cualquiera en San Nicolás del Puerto. Es su día. Es su fiesta local. Es el día en el que los costaleros van con corbata y traje, así como la mayoría de los hombres del pueblo. Y no digamos las mujeres. Es la mayor fiesta del pueblo. 
Hay la misa solemne a las doce de la mañana en la Parroquia, dónde se encuentra el santo en el paso para salir, por la tarde, por las calles del pueblo, donde la tradición nos hace tirarle trigo al paso de la imagen desde los balcones en petición de que las cosechas al año próximo sean buenas. 

Tuve la gran dicha que estando aquí de párroco entre el 1992 hasta 1997 me pusiera a escribir una oración a San Diego que ha quedado ya como la oración popular del santo. 

Pila, donde fue bautizado San Diego,
de la parroquia
de San Nicolás del Puerto.


San Diego nació en el pueblo en el año mil cuatrocientos. Se supone. La fecha de defunción es más exacta el trece de noviembre de mil cuatro cientos sesenta y tres. Sabemos que de joven vivía con un eremita en el campo. Más tarde se hizo franciscano. Vivió sus primero años en el convento franciscano de Albaida localidad situada en el Aljarafe sevillano. Allí confirma su voluntad de consagrarse a la vida religiosa se trasladó al convento de la Arrufaza, Córdoba.

En 1441 fue  enviado a Canarias, a la isla de Lanzarote, donde ejerció la tarea de portero. A la muerte del primer guardián y Vicario de la Misión de Canarias del convento franciscano de Fuerteventura, todos los ojos recayeron en fray Diego, que fue elegido sucesor y tuvo que trasladarse allí. Los dirigentes de la Orden se habían saltado la norma legal de no conferir ningún cargo de gobierno a un hermano lego.

En1449 fue enviado al convento de Sanlúcar de Barrameda. Con ocasión de la celebración en Roma del Jubileo de 1450, decretado por el papa Nicolás V y la canonización de Bernardino de Siena, miles de Frailes Menores peregrinaron a dicha ciudad, entre ellos fray Diego. Gran número de religiosos venidos a Roma cayeron enfermos, víctimas de una epidemia que azotó la ciudad, y el amplio convento de Araceli fue convertido en enfermería. Fray Diego se ocupó de la dirección del improvisado hospital, donde permaneció durante tres meses curando a los enfermos.  


De regreso a España, pasó por varios conventos. En 1456 se traslada al  Convento de Santa María de Jesús en Alcalá de Henares, que acababa de ser construido por  el arzobispo de Toledo. En dicho convento pasará el resto de su vida, siete años, trabajando como jardinero y como portero. Zurbarán pintó el milagros de las flores. San Diego llevaba hacía la portería de su convento panes para dárselo a los pobres y, que tras ser increpado por el superior, se convirtieron en flores. Tendría algo más de sesenta cuando murió.

El cuerpo de San Diego delante
de su imagen
en la catedral de Alcalá de Henares.

Habiendo sido popular en vida entre los más humildes, congregó junto a su sepulcro a los más poderosos después de muerto. Fue el único santo canonizado a lo largo de todo el siglo XVI el 10 de julio de 1588, convirtiéndose en el primer santo español de la Edad Moderna. 

San Diego auxiliando a la población. Cuadro del pintor sevillano Murillo.

Fue un santo que tenía, y tiene, una gran devoción, tanto en España como en Latinoamérica. Muchos conventos, iglesias y capillas, e incluso la ciudad de San Diego en California, están dedicadas a su nombre. Entre los frailes, es el patrón de los franciscanos legos. Muchos artista célebres pintaron escenas de sus vida y López de Vega hizo una obra en su honor.

Fray Diego de San Nicolás siempre llevó el nombre del pueblo natal en los documentos de su tiempo. Tanto las historias primitivas del santo como la bula de canonización expedida por Sixto V, no conocen otro lugar de referencia que San Nicolás del Puerto. 

¡Hasta la próxima, primero Dios!




No hay comentarios.:

Publicar un comentario