Tres días después de la gran desgracia nacional desde hace tiempo vi, con una gran emoción, la marcha, de cantidad de gente, hacia el punto donde se podría concentrar esa desgracia. Y así proclamar, gritar diría yo, lo que es el gran valor de la ciudadanía nacional, personificada en la población de la ciudad de Valencia, de que se siente como propia esa desgracia. Marchaban, andaban, hacia una de sus aldeas, de sus barrios, situada más allá del nuevo cauce del río Turia.
Cuando era pequeño las cartas que recibíamos en mi casa de Triana llevaban además del sello corriente otro añadido para sufragar los gastos de lo que supuso la reconstrucción de Valencia tras la arriada de octubre de 1957 producida por el Turia que causo trescientos muertos. En aquel momento el río discurría por su cauce tradicional situado hacia el norte de la ciudad. Tras esta "Gran riada" el régimen franquista, con el conocido como Plan Sur, construyó el desvío del cauce hacia el sur de la capital que fue terminado en 1972. Ese cauce, que hemos visto lleno como nunca en estos días, ha salvado a la capital de la inundación actual.
Uno de esos aglomeración situada al otro lado del cauce, perteneciente a la capital, Paiporta, ha sufrido los efectos de las corrientes de agua proceden del interior de la provincia. Junta a ella, muchas localidades más arriba de esa provincia, junto a otros pueblo de otras provincias, han sido arrasadas por un agua procedente de las lluvias que en algunos casos alcanzaron 500 litros por metros cuadrados. Por ejemplo en Chiva se registraron hasta 491 litros por metro cuadrado en apenas ocho horas, casi la misma cantidad que suele acumularse a los largo de todo el año en la región. Ha sido algo terrible que conmocionó, y aún conmociona, al país.
A todo esto, a tres días de esta catástrofe, aún hay muchísimos desaparecidos, más de dos doscientos muertos, y unas perdidas increíbles en viviendas, edificios, vehículos, cultivos, comercio, fábricas, enseres familiares, líneas de transportes de tren, de carreteras... que tardarán mucho tiempo en recuperarse.
Quizás no han tenido los poderes públicos una actuación coordinada, inmediata, a la altura de las circunstancias... es verdad que no era fácil, pero podrían haber tenido otra disposición, dejando aparte las diferencias políticas unos y otros. Para los no conocedores de la organización política de España hay distintos partidos políticos gobernando a nivel del Estado y de la Comunidad Valenciana. Esta diferencia es inaceptable a la hora de servir y estar allí donde sucede una gran desgracia. En estos momentos hay que estar como uno.

Gracias a todos aquellos que nos has dado esta gran lección. Gracias a los que nos han recordado que el ser humano tiene aún en su más profundo ser el sentido de hermandad, de que lo que le pasa a mi vecino me pasa a mí. Gracias valencianos. ¡Qué lección de solidaridad! ¡Que inmenso acto de amor!
Las muestras de solidaridad se han extendido al resto de los habitantes del país.
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15000 voluntarios esperando tomar algunos de los autobuses el día 1 de noviembre para llegar a las zonas afectadas. De ellos solo 8.000 salieron en autobuses- |
¡Hasta la próxima, primero Dios!
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