domingo, 12 de abril de 2020

Días tristes e Inseguros

Semana de Esperanza


La esperanza está bien fundada. A los creyentes nada ni nadie nos puede convencer de lo contrario. Es Fe. 
Una fe que se centra en especial en el acontecimiento que hoy celebramos: la Resurrección de Jesús. Y estar confinado, sin otras actividades, ha hecho quizás que la vivamos, así como toda lo que celebramos en esta semana, de una manera especial. 
Creo que el ambiente a hecho que haya sido más íntima, más personal.
El hecho de estar confinados ha impedido que la Semana Santa se haya celebrado como de costumbre. 
No ha habido iglesias abiertas, ni procesiones, ni todo aquello propio de la semana santa. 
Nos hemos contentado saber que se celebraban los oficios pero en templos vacíos. Las imágenes que se han visto han sido espectaculares. Pero no era lo deseable. Nuestra esperanza nos invita a creer que esto tiene un final y que todo irá bien, pero tendremos que estar ahí para que sea lo mejor posible.

Nos sorprendió nuestra ignorancia.

El filósofo y sociólogo alemán Jürgen Habermas dijo, en declaraciones que publicó el diario Kölner Stadt-Anzeiger el 3 abril, que “nunca habíamos sabido tanto de nuestra ignorancia”, como ahora ante la crisis del coronavirus.
Nos cogió de sorpresa. No sabíamos nada de ese virus. No sabemos aún como tratarlo. La sociedad de la realidad virtual, sociedad nuclear, del conocimiento, de la información, global... con adelantos que hace unos años serían increíbles, resulta que no está preparada para atajar una pandemia. Quizás hemos obviado lo más cercano, y nos hemos olvidado de nuestra debilidad, para no poder hacer frente a una pandemia. ¿Qué no se ha sido capaz de prever esto? o ¿Es que no nos hemos preocupados? Total siempre mueren otros, y casi siempre, pobres e incultos. 
Quizás sea eso lo sorprenden de este mal: ataca a todas las clases sociales sin importar las diferencias étnica, lingüística, religiosa, social, profesional, etc. 
Pero Habernas dijo más: “Una cosa se puede decir: nunca habíamos sabido tanto de nuestra ignorancia ni sobre la presión de actuar en medio de la inseguridad”Según Habermas en nuestras sociedades complejas nos enfrentamos permanentemente a grandes inseguridades “pero estas aparecen de forma local y no simultánea y son resueltas en uno u otro subsistemas de la sociedad por expertosAhora en cambio la inseguridad existencial es global y simultánea y está incluso en la cabeza los individuos conectados a las redes de comunicación”, dijo. Cada individuo aislado es informado de los riesgos de la pandemia porque para luchar contra ella el autoaislamiento del individuo es la variable más importante en consideración de los sistemas sanitarios saturados”, agregó. 
Inseguridad. Palabra que se nos parece temible. Buscamos la seguridad. Pero ahora hay algo de lo que ninguna compañía aseguradora nos puede defender: perder la vida. 
Habermas, de noventa años, es uno de los filósofos más destacados de Alemania y es considerado miembro de la segunda generación de la llamada Escuela de Frankfurt, cuyos principales representantes eran Thedor W. Adorno y Max Horkheimer. La historia de la filosofía, según como la interpreta Habermas, lleva a la idea de la dignidad de cada individuo de la especie humana y a la igualdad de derechos entre todo ellos. Él expresó estas opiniones en la presentación de su último libro, “También una historia de la filosofía”. Gira alrededor de las relaciones entre las creencias y el conocimiento.
Además él manifiesta que  la inseguridad no sólo se refiere a la lucha contra la pandemia, también a las consecuencias económicas y sociales que son impredecibles. A diferencia de lo que ocurre con el virus, en lo relativo a las consecuencias económicas hay expertos que puedan estimarlas con seguridad. “Los economistas y los sociólogos tienen que tener cuidado con pronósticos imprudentes”, advirtió. 
“En el desarrollo de la crisis se ha visto algunos políticos que vacilan en basar su estrategia en el principio de que el esfuerzo del Estado por salvar la vida de todos sus ciudadanos debe tener prioridad frente al cálculo utilitarista de las consecuencias económicas que puede tener esa estrategia”, agregó.
Habermas, en la entrevista, sostiene que su libro puede arrojar luces a uno de los dilemas de la actual crisis que es tratar de compaginar la lucha contra la pandemia con el esfuerzo de minimizar las consecuencias económicas de las medidas restrictivas. “Eso es algo que no tiene nada de trivial como lo muestra la actual crisis”, dijo el filósofo al que me acerqué durante mis estudios de periodismo. Me alegro de que viva y que lo haga con tanta vitalidad.


 Personas afectadas por el virus 

En España se ha dado un leve ascenso de las muertes por coronavirus. El balance publicado por el Ministerio de Sanidad anuncia que este domingo de Resurrección los fallecimientos a causa de la covid-19 son 16.972, 569 más que ayer sábado. Los nuevos contagios hace que el numero total de afectado son exactamente 166.019 casos en todo el país, 4.169 más que el la jornada anterior. El incremento de los nuevos diagnosticados desciende en 661 pacientes con respecto al recuento del sábado, que sumó 4.830 afectados por el SARS-COV-2. Los pacientes que han vencido el virus son ya 62.391, 3.282 más que la jornada anterior. 
En Andalucía en las últimas 24 horas, ha registrado 7.369 activos, una cifra levemente más alta que la de 7.345 activos de ayer, los 7.382 del viernes y los 7.416 del jueves.
Los muertos a causa del virus que han quedado contabilizados en los registros oficiales han aumentado en 62 personas, un 8,4% más, lo que supone el mayor porcentaje en una semana,desde el pasado día 5.
En las últimas horas, 142 personas han necesitado ingresos hospitalarios y hay 294 nuevos casos detectados, lo que supone un incremento del 3%, el más alto desde el pasado domingo. El registro de positivos acumulados es de 10.006, lo que es un dato estadístico de valor menor por el motivo de la escasez de pruebas diagnósticas realizadas a la población hasta la fecha y la alta cantidad de contagiados que no presentan síntomas.
La provincia de Sevilla ha alcanzado en las últimas horas los 2.034 casos positivos en coronavirus, 87 más que los contabilizados ayer, en una jornada en la que se han registrado otros diez fallecimientos, con lo que el número de víctimas mortales desde que comenzó la pandemia se eleva ya a 169, según los últimos datos facilitados por la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía.
De los más de dos millares de personas contagiadas, 955 han requerido su ingreso en un centro hospitalario -33 más que en la jornada de ayer- y 127 han tenido que pasar a la UCI, una más que ayer, mientras que el número de personas que han superado la enfermedad asciende ya a 247 personas, de las cuales 26 se han curado en las últimas horas, según ha precisado la Junta.
Quizás sea bueno dejar estas cifras, que son muy duras, por escrito para honor de los que nos dejaron y para que nos sirva de enseñanza a todos, ciudadanos e instituciones, para el futuro.
Días Tristes
En esta cuarentena Lucía Gil compuso esta impresionante canción. Su letra expresa el sentimiento con el que está viviendo el conjunto de la población en este obligado confinamiento.  Pero nos invita a la esperanza. No nos conformemos con leer la letra, busquemos la canción y escuchémosla.

Días tristes.

Nos cuesta mucho estar muy solos.

Buscamos mil maneras de vencer la estupidez.
Meses grises.
Es tiempo de escondernos,
Tal vez sea la forma de encontrarnos otra vez.
Pero son las ocho y has salido a aplaudir a tu ventana.
Me dan ganas de llorar,
Al vernos desde lejos tan unidos,
Empujando al mismo sitio.
Solo queda un poco más,
Volveremos a juntarnos,
Volveremos a brindar.
Un café queda pendiente en nuestro bar.
Romperemos ese metro de distancia entre tú y yo,
Ya no habrá una pantalla entre los dos.
Ahora es tiempo de pensar y ser pacientes,
Confiar más en la gente,
Ayudar a los demás.
Mientras tanto otros cuidan a los pacientes,
Un puñado de valientes
Que hoy tampoco dormirán.
Pero son las ocho y has salido a aplaudir a tu ventana.
Me dan ganas de llorar.
Al vernos desde lejos tan unidos,
Empujando al mismo sitio,
Solo queda un poco más.
Volveremos a juntarnos,
Volveremos a brindar.
Un café queda pendiente en nuestro bar.
Romperemos ese metro de distancia entre tú y yo,
Ya no habrá una pantalla entre los dos.
Y después de pasar la cuarentena,
Habremos hecho puente que unirá
Mi puerta al empezar la primavera
Y la tuya que el verano me traerá.
Volveremos a juntarnos,
Volveremos a brindar.
Un café queda pendiente en nuestro bar.
Romperemos ese metro de distancia entre tú y yo.
Ya no habrá una pantalla entre los dos.

 Esta foto la hice al comenzar este año.
¡Qué nada ni nadie nos borre nuestros deseos,
ni nos quite la Esperanza ni la Alegría! 

¡Hasta la próxima, primero Dios!

Capilla de los marineros. Sede de la hermandad del Cristo de las Tres Caídas
y de la Esperanza de Triana. 

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