domingo, 23 de diciembre de 2018

Fuentes Georginas

En Xela
Procuré en este viaje estar más días en Guatemala. Pero las dos semanas que estuve en EEUU no me permitieron más que tres semanas. Es mucho tiempo estar cuarenta días fuera de mi casa. Y eso que tenía amigos que me regaban las macetas y cuidaran de ella. Además aproveché mi ausencia para que hicieran alguna obra en la parte de arriba de la misma. Y así fue.
Y en esos días, programados desde antes con cada una de las personas con los que iba a estar, puede hacer “casi” todo lo que quería hacer. Por tener esos días no fui a Huehuetenango por lo que dejé de ver a gente muy cercana a mí. 
Eso sí algunos pudieron venir a verme a la ciudad base de mi estancia, Quezaltenango, como Manolo Sanz o como mis amigos Julio Cesar o Setphan. Y a otros, Emili, Ernesto y Hellen, los encontré tando en Xela como en la misma capital por coincidir que estaban viajando a ella. Una familia, guatemalteca-dominicana, que siempre encuentro muy cercana a mí ya la que quiero muchísimo.  

Fuentes Georginas
Las Fuentes Georginas tienen una larga trayectoria en el país como centro de descanso y recreación. Como su nombre indica son varias fuentes de aguas termales que provienen del volcán Zunil. El lugar, metido en el interior de una zona montañosa, fue descubierto en 1902 por personas que trabajaban la tierra. Las fuentes se crearon cuando en ese año se originó el volcán Santiguito.
La región de Quezaltenango es un lugar templado por el día y frío por la noche y la mañana. La sensación de encontrarse entre nubes, neblina, tomando un relajante baño en estas aguas termales es magnífica. El balneario cuenta con siete piscinas de aguas termales.
Estas instalaciones cuentas además con nueve cabañas que se pueden alquilar y pernoctaren ellas. Cada cabaña, además de lo normal en una habitación de hotel, cuenta en su interior con una pileta para dos personas donde llegan las aguas termales.
Me acompañó en esta ocasión Estuardo, un joven que es de un dinamismo increíble. Constantemente esta  buscando y trabajando por tener un futuro mejor. Profesor en varios institutos de su localidad, es también alumno de la Universidad, tiene un local de internet y un despacho de contabilidad. Este año dice que quiere emprender otra carrera. Y aún creo que me dejo algo en el tintero. Es un gran conversador y, aunque no tenemos un trato muy continuo, es un excelente amigo y muy divertido. Yo le suelo decir que el futuro es suyo. Espero que nunca deje de soñar. 

En los dos días que estuvo conmigo, lo pasamos realmente bien, aunque hacer fuego en la chimenea se nos resistió toda la noche. Y eso que Estuardo está acostumbrado a prenderlo en su casa.  
Estas fuentes son un lugar señalado en mis visitas.

¡Hasta la próxima, primero Dios!

Pasaje Enrique, lugar de encuentro en Xela




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