lunes, 24 de diciembre de 2018

El Estor, Izabal.

La última parte del viaje a Guatemala la dediqué  a conocer un sitio que me habían recomendado y que no conocía. Era un lugar que había querido conocer en viajes anteriores. Esta vez fue posible porque a la invitación que me hizo Danilo le reservé unas fechas en mi programación del viaje.
Así que pude visitar su municipio de nacimiento: El Estor. Allí vive su madre, Pilar , y su hermano, Yoni. 
El Estor se encuentra en el lago Izabal en la parte oriental del país, hacia la costa atlántica de Guatemala. 
El lago es también conocido como golfo Dulce. Es un lago que se encuentra en el departamento de Izabal, cerca de la costa del Caribe. Es el mayor del país, tiene un área total de 590 kilómetros cuadrados. Drena en el Atlántico a través de un lago más pequeño, el golfete Dulce, y el río Dulce.
El Parque Natural “Bocas del Polochic” 
En este viaje he podido pasear por dos lugares únicos: El Parque Natural “Bocas del Polochic” que se encuentra en el Lago Izabal, y el Parque Nacional “Río Dulce” que se extiende por las orillas del río del mismo nombre.
El Parque Natural “Bocas del Polochic, es un refugio de la naturaleza en el municipio de El Estor. Alberga a más de 250 especies de aves residentes y migratorias, 39 especies de mamíferos, 183 especies de reptiles y más de 53 especies de peces. El refugio de vida silvestre cubre un área de 207,6 Km2 la cual incluye ecosistemas terrestres y acuáticos. Además de la diversidad de aves cuenta con poblaciones de otros grupos de fauna. 
En el refugio se reporta la mayor población del Manatí en Guatemala, una especie en peligro de extinción. También hay mono aullador y nutrías, aquí llamadas “perro de agua”.
Para verlo tuvimos que embarcarnos en una lancha particular que nos llevó a la parte oeste del lago por aguas cristalinas. 
Pasear por las diversas bocas del río es un viaje fenomenal. Escuchar los gritos del mono aullador, ver tanta cantidad de aves, poder  pasear o bañarte en algunas de sus magníficas playas…, increíble. 
Conocía la existencia de este paraje gracias a la información recibida de Concha Sanz, cuando ésta supo que iba a ir a Izabal. Antes tenía una vaga noticia de él.
Y la polémica. El gobierno de Guatemala ha concedido una serie de licencias a países extranjeros para la explotación del níquel que contiene los montes que rodean al lago. Las minas de níquel han demostrado contaminantes en otros países. La explotación de níquel de la zona podría conllevar la contaminación del lago con el consiguiente impacto en la naturaleza, la economía y el turismo de la zona.

Las multinacionales privadas extranjeras han conseguido las tierras según diversos medios a 120 dólares el kilómetro cuadrado. Esto unido a que las compañías extranjeras de minería, que operan en Guatemala, sólo pagan al Estado el 1% de su beneficio a modo de impuestos. Bolivia recibe del 55 al 65% del beneficio, lo que hace sospechar que hubo sobornos en dichas concesiones.


Parque Nacional "Río Dulce"


Y el otro lugar que visité, por segunda vez, el Parque Nacional "Río Dulce". En realidad es el paso natural que une el Lago Izabal con el Atlántico a través del “Golfete” y del río Dulce. Es un exuberante bosque tropical lluvioso cruzado por el río. Más o menos con la riqueza faunística del anterior en ella se encuentra comunidades qeqchí (maya), garífuna (negra) y ladina (blanca). En la ribera se encuentra una zona de aguas caliente que vierten en el río. También el Castillo de San Felipe un lugar muy interesante.
La importancia de este lugar es que pone a salvo numerosas embarcaciones de los huracanes del pacífico al ser un refugio natural. A lo largo de todo el trayecto encontramos unos barcos deportivos atracados en puertos privados junto a casas increíbles, que nos indica la elevada situación económica de algunos residentes de este lugar. 
A su lado, en cabañas, los indígenas que viven allí desde siempre y desarrollan una pesca tradicional, que es su sustento diario, junto con algunas artesanías que nos ofrecen acercándose a nuestra lancha. Lo mismo hacen los pescadores. 
Los nenúfares que crecen en las aguas del río hace que el lugar sea increíble.
Hacia la mitad del camino, al lado derecho hay un restaurante junto a una zona de fuentes termales que vierte agua sulfurosa desde un acantilado directamente al río, donde puedes bañarte en una especie de pozas, especialmente preparadas para el turista. En el viaje de ida, Carlos, nuestro lanchero particular, nos dijo que podíamos comer “Tapado” a la vuelta de Livingston. Así que paramos para reservar el almuerzo dónde volveríamos para comer y bañarnos en la pozas calientes.

Livingston.
Livingston es una ciudad única en Guatemala. Antiguo puerto de Guatemala, su originalidad es que ella vive una etnia negra, los garífunas. Son descendiente de esclavos africanos náufragos en el siglo XVII en islas del Caribe que se mezclaron con indígenas locales. 
Perseguidos por los ingleses, los españoles les dejaron instalarse en Honduras y en Guatemala siempre que se alistaran de soldados.

Las casas de la ciudad están pintadas de colores. El ritmo tranquilo y caribeño de sus gentes es una delicia. A este municipio solamente se accede por barco. Livinsgton  tiene numerosas playas muy originales.


El “Tapado” garífuna es propio de Livingston y es una sopa que se caracteriza por tener diversidad de mariscos elaborada con leche de coco, plátanos y vegetales. Su sabor es único. Un plato estrella dentro de la cocina guatemalteca.

Y todo este viaje por El Estor lo hice acompañado de Danilo, alojándome en su casa materna y siendo muy bien atendido por su madre que nos preparó unos pescados increíbles. 

También estuvimos acompañado de su hermano Yoni, que nos dejó un buen coche y con el  que compartimos mucho tiempo con los amigos de infancia de Danilo. 
Visitar un lugar guiado por los vecinos del mismo es la mejor manera de hacerlo. Por ello estoy muy agradecido a la generosidad a todos con los que compartir este precioso viaje. Esto hizo que mi viaje fuera completo.

¡Hasta la próxima, primero Dios!





Y casi terminando esta crónica día antes de Navidad les deseo a todos los que la lean una feliz Navidad y, como el mensaje de Navidad debe vivirse todo el año, no importa cuando la leas. 
Y como no espero escribir otra antes de fin de año, dos deseos en uno:
¡Feliz año 2019!
A todos los amigos con lo he compartido algún momento de este año que se acaba decirles que gracias a ustedes he sido muy feliz en él. 

domingo, 23 de diciembre de 2018

Fuentes Georginas

En Xela
Procuré en este viaje estar más días en Guatemala. Pero las dos semanas que estuve en EEUU no me permitieron más que tres semanas. Es mucho tiempo estar cuarenta días fuera de mi casa. Y eso que tenía amigos que me regaban las macetas y cuidaran de ella. Además aproveché mi ausencia para que hicieran alguna obra en la parte de arriba de la misma. Y así fue.
Y en esos días, programados desde antes con cada una de las personas con los que iba a estar, puede hacer “casi” todo lo que quería hacer. Por tener esos días no fui a Huehuetenango por lo que dejé de ver a gente muy cercana a mí. 
Eso sí algunos pudieron venir a verme a la ciudad base de mi estancia, Quezaltenango, como Manolo Sanz o como mis amigos Julio Cesar o Setphan. Y a otros, Emili, Ernesto y Hellen, los encontré tando en Xela como en la misma capital por coincidir que estaban viajando a ella. Una familia, guatemalteca-dominicana, que siempre encuentro muy cercana a mí ya la que quiero muchísimo.  

Fuentes Georginas
Las Fuentes Georginas tienen una larga trayectoria en el país como centro de descanso y recreación. Como su nombre indica son varias fuentes de aguas termales que provienen del volcán Zunil. El lugar, metido en el interior de una zona montañosa, fue descubierto en 1902 por personas que trabajaban la tierra. Las fuentes se crearon cuando en ese año se originó el volcán Santiguito.
La región de Quezaltenango es un lugar templado por el día y frío por la noche y la mañana. La sensación de encontrarse entre nubes, neblina, tomando un relajante baño en estas aguas termales es magnífica. El balneario cuenta con siete piscinas de aguas termales.
Estas instalaciones cuentas además con nueve cabañas que se pueden alquilar y pernoctaren ellas. Cada cabaña, además de lo normal en una habitación de hotel, cuenta en su interior con una pileta para dos personas donde llegan las aguas termales.
Me acompañó en esta ocasión Estuardo, un joven que es de un dinamismo increíble. Constantemente esta  buscando y trabajando por tener un futuro mejor. Profesor en varios institutos de su localidad, es también alumno de la Universidad, tiene un local de internet y un despacho de contabilidad. Este año dice que quiere emprender otra carrera. Y aún creo que me dejo algo en el tintero. Es un gran conversador y, aunque no tenemos un trato muy continuo, es un excelente amigo y muy divertido. Yo le suelo decir que el futuro es suyo. Espero que nunca deje de soñar. 

En los dos días que estuvo conmigo, lo pasamos realmente bien, aunque hacer fuego en la chimenea se nos resistió toda la noche. Y eso que Estuardo está acostumbrado a prenderlo en su casa.  
Estas fuentes son un lugar señalado en mis visitas.

¡Hasta la próxima, primero Dios!

Pasaje Enrique, lugar de encuentro en Xela




martes, 18 de diciembre de 2018

El país de la eterna primavera

Volver 
Volver a Guatemala es algo que me gusta hacer  desde el instante que estoy fuera de ella. Esta vez he estado tres semanas. Siempre creo que es poco tiempo.
Cada etapa de mi vida ha sido diferente a la otra. Pienso que es así para todo el mundo. Esta última etapa de mi vida comenzó en ese bello país. Creo que he enterrado  algo precioso en cada sitio que he sido feliz. ¡Y es verdad! Bueno seguro que no es algo material, pero sí es algo valioso. Y aunque no haya vuelto a algunos, los considero también igual de interesante y de importante para mí. 
Por eso vuelvo cada vez que puedo a Guatemala, como a otros sitios en los que he estado.  Cada vez que vuelvo a este precioso país paso momentos únicos.
Esta vez he vuelto después de mi viaje a Estados Unidos. Llegar  era como volver a casa. Todo me era familiar. Conocía el camino, ¡En Guatemala me siento bien! Me esperaba mi amigo Sergio, el taxista. Hay que valorar llegar a un lugar donde eres recibido a la puerta del aeropuerto por alguien conocido.

Mi lugar de destino
Siempre existirá Tilapa. Este playa origina en mi el deseo de quedarme a vivir en ella. Y en ella no hay nada, o casi nada. Tampoco hay mucha gente. Playa, arena, manglar, buen clima. Y el hotelito de D. Alex. Un pequeño y humilde hotel. Por eso vuelvo, porque para mí es bastante.
A ella fui dos veces distintas. Y con distinta compañía. Desde mi mala experiencia en Río Dulce decidí no viajar sólo nunca más. La primera vez me acompañó Francisco. Es de la aldea de Yalambojocho, la aldea de mi amigo Juan, y lo conocí a través de él. No había visto nunca el mar. Algo que valoró de una manera especial. Su presencia me encantó pues es una persona muy sencilla y cercana. 
Ya poco a poco soy reconocido por la gente del lugar. Además de mi amigo Alex Mardoqueo, que se fue a los estados del norte. Ahora vive en Florida. Algún día volverá y podremos compartir como la última vez pues nos quedamos casi a la mitad de nuestras historias.
Además para algunos de los Tuc Tuc, los de las lanchas, los del restaurantes... ya soy Alfredo. Y eso hace que me encuentro también seguro en este lugar, algo que hay que valorar en este país.
Cuando me iba la segunda vez, el último grito que escuché fue, ¡Adiós Alfredo!, que me decía Wili.
Intento no perderme ninguna puesta de sol. Es algo único ver como desaparece en el horizonte del Pacífico. El clima es ideal. Se parece al canario. Las calles de tierra del manglar, donde se encuentra Tilapa, me recuerdan mi infancia cuando viajaba con mi familia de niño a Punta Umbría. Y el trasladarme en lancha desde la playa al embarcadero de tierra firme un viaje maravilloso.
Me acompañó la segunda vez Saraney. Siempre también un amigo. Ya con una hija, desde la última vez que lo vi, hizo todo lo posible para acompañarme. Doy gracias a Dios por su amistad que permanece intacta desde los primeros días que lo conocí en la Casa Miller.

Pether, siempre ahí
Aunque no pudo acompañarme muchos días, no faltó en mi llegada a la capital. Sus establecimientos, su querida Nataly, y otras ocupaciones le obligaba a estar más pendiente de los negocios que tiene.
Después pude esta con Pheter en su propio terreno, Río Dulce, cuando fui con Danilo a El Estor. 
Llegó con su camioneta a nuestro encuentro para desayunar. Y me encantó verlo en sus tiendas. Esto le hará poder tener un futuro seguro y tranquilo, con esfuerzo y controlando todo lo que lleva. Eso en Guatemala para un joven de veintidós años, de familia trabajadora, es algo muy importante. Y eso superando muchas dificultades de todo tipo. Estoy muy contento de poder haber estado muy cercano del desarrollo de sus proyectos. Como le digo a él, aunque no haya un contacto continuo, siempre contará con mi ayuda. Para eso soy su "padrino". 
Seguiré con la segunda crónica de mi estancia en Guatemala.


¡Hasta la próxima, primero Dios! 



viernes, 14 de diciembre de 2018

El Misisipi, agua para la música.

Tres grandes estilos musicales
La verdad que no lo hice de una manera consciente. Pero a lo largo del camino de mi visita a EEUU estuve en ciudades en las que nacieron, o se dieron a conocer, unos estilos musicales que están presente y que han sido, y lo seguirán siendo, muy importantes: el Jazz en Nueva Orleans, el Rocanrol en Memphis y el Blues en Chicago. El primero está en el origen de los otros dos de una manera u otra. La primera y la tercera están más relacionadas obviamente, la segunda fue más posterior y quizás más extendida.
Todo ello me ha llamado la atención en este viaje que realice el torno al Misisipi y en la que intenté acercarme a estos estilo musicales procurando asistir a los lugares en los que ellos se tocaban en directo. 
Ello me impactó de manera muy profunda. Y me hizo que profundizara en lo que significaban, en su orígenes, en sus características.

Nueva Orleans y el jazz


Medio siglo después de la fundación de la ciudad de Nueva Orleans, en 1974, Francia cedió a España la Luisiana. Este territorio era mucho más que lo que hoy es, pues representa hoy el 23% de la superficie actual de los Estados Unidos. Francias lo recuperará nuevamente en 1801. En 1803 Napoleón se la vendió a los nacientes Estados Unidos.
Por ello, los franceses y españoles contribuyeron, junto con otros países en la formación de la escena cultural de la ciudad de Nueva Orleans.
La procedencia de los habitantes de raza negra era diversa, siendo mayoritariamente de la zona occidental de África. Estos, en este heterogéneo contexto cultural, crean desde sus diversos ritmos y melodías, este estilo musical en el siglo XIX. Con el correr de los años se expandió por todos los Estados Unidos y por todo el mundo.

En muchas áreas del Sur de los EEUU el batir de tambores estaba prohibido por la ley. A comienzos del siglo XIX, en pleno auge de la esclavitud, los festivales con música de tambores y danzas africanas se organizaban con frecuencia en Nueva Orleans como en otras ciudades. Se usaban instrumento de percusión y de cuerda similares a los utilizados en la música africana indígena.
Los esclavos solían tener el domingo libre y organizaban fiestas. Las canciones y danzas interpretadas eran en gran medida funcionales, ya fuesen para el trabajo con canciones o gritos de campos, o para rituales. La característica principal era su gran riqueza rítmica. La tradición africana hacía uso de melodías simples y de técnicas de música de llamada y respuesta. Estos elementos no tardaron en combinarse con conceptos armónicos procedentes de la música europea. De ahí surgieron las notes que sentarán las bases del jazz y del blues.

Los estamentos eclesiásticos intentaron controlar la música de los esclavos obligando a las personas de raza negra a que cantasen salmos e himnos para “convertirles” a estilos musicales más europeos, aunque, en muchos casos, el efecto fue contrario. Alan Lomax, erudito de la música africana, comentó: “Los negros habían africanizado los salmos a tal nivel que muchos observadores describieron los himnos de los negros como misteriosa música africana. 
En vez de actuar de forma individual, fusionaban las distintas voces, obteniendo increíbles armonías, en las que cada cantante hacía variaciones de la misma melodía. El resultado fue una música potente y original como el jazz, pero profundamente melancólica, ya que la cantaba gente muy presionada”.
El jazz no se apega de manera estructurada a una partitura, sino que se basa en la improvisación y la libre interpretación donde los músicos dejan volar su imaginación para adornarlo y modificarlo según la inspiración.

Nueva Orleans estará siempre unida a la figura de Louis Armstrong: “El verdadero Señor Jazz”. Su fama es hoy mundial. Y al lado del Barrio Francés tiene dedicado un parque `precioso.



Chicago y el Blues

En chicago se desarrolló un estilo más crudo y dinámico, con un lenguaje escueto y lacónico: El Blues. El sonido perdió plasticidad al ajustarse la afinación por influencia de los músicos blancos y abandonarse la desincronización propia de la rítmica africana pero, por el contrario, se desarrolló enormemente el concepto de improvisación individual y las melodías paralelas, dejando los pasajes polifónicos para el ciclo final.
Originario de las comunidades afroamericanas del sur de los EEUU a principio del siglo XX; para los años sesenta este género se convierte en una de las influencias más importantes para el desarrollo de la música popular estadounidense y occidental, llegando a formar parte de los géneros musicales como el rocanrol , funk, heavy metal, hip-hop, música country y pop.
La primera aparición del blues no está bien definida y suele datarse entre 1870 y 1900 en un periodo que coincide con la emancipación de los esclavos y la transición de la esclavitud hacia la agricultura a pequeña escala en el sur de EEUU.
Un rasgo característico del blues es el uso de las técnicas “expresivas” de la guitarra y de la armónica que posteriormente influirían en solos de estilos como el rock.
Willie Dixon fue el músico de Estados Unidos y uno de los pioneros del género llamado Blues de Chicago.
Aunque las similitudes del blues con el jazz son evidentes, las diferencias entre ellos serían: los diferentes lugares de origen, la popularidad y la preeminencia de la voz o del instrumento. Pues el jazz nació en Nueva Orleans y el blues en el curso del Misisipi, el jazz es más popular que el blues y el blues es más vocal, mientras que el jazz es más instrumental.


Memphis y el Rocanrol
El rock and roll (en el rae rocanrol), es un género musical de ritmo marcado, derivado de una mezcla de diversos géneros de música folclórica estadounidense: blues, jazz, góspel, country. Se popularizó desde los años 50 marcando a toda una generación.

En los 60 fue la gran explosión del rock con Stevie Wonder, los Beatles y los Rolling Stones.
En sus inicios y en el estado menos evolucionado, el rocanrol, fue un estilo de música son ninguna influencia blanca que se sirvió de las nuevas técnicas de amplificación de guitarra para comenzar a darle el papel fundamental que los caracterizaría el resto del siglo. A parte de la guitarra, la batería y el piano fueron elementos igualmente fundamentales.
La improvisación también juega un papel dentro del género.
En Memphis, ciudad del estado de Tennessee, además de ser famosa por la música, es un icono para los amantes del rock pues ahí fue donde empezó a cantar Elvis Presley.
Los inicios de este estilo musical estuvieron cargados de polémicas acerca de sus letras reivindicativas y calificadas de obscenas por gran parte de la sociedad. Se intenta explicar el valor del rock, no como una moda, sino como un mensaje que creció de la mano de las sociedades occidentales en los últimos cincuenta años. Esta rebeldía se muestra en la indumentaria, en el sistema de vida y llega a mostrar esas discordias del momento.

Elvis Presley ha sido uno de los cantantes estadounidenses más populares del siglo XX considerado como un icono cultural y conocido ampliamente bajo su nombre de pila, Elvis. Se hace referencia a él frecuentemente como “El Rey del rocanrol” o simplemente “el Rey”. “Sobre los escenarios, el chico de Tupelo, su pueblo natal, era puro instinto animal. Sus movimientos de pelvis, aderezados con los golpes de batería, derretían a las chicas, hechizaban a los chicos y escandalizaban a sus padres” escribía Nacho Serrano.



Y escribir esta crónica me ha ayudado a acercarme más y a valorar estos tipos de música. Es difícil amar y valorar lo que no se conoce.

¡Hasta la próxima, primero Dios!