jueves, 5 de septiembre de 2024

Rastrojos



Salí de Arahal ya anocheciendo. Había estado con mis amigos Antonio, María Luisa, Nicolás y Gloria. Por la hora de salida sabía que llegaría a San Nicolás sobre las 10,30 de la noche. Estaba anocheciendo. Iba en dirección de Carmona en plena Campiña, por la Vega de Carmona. Una gran extensión de tierra llana. A unos kilómetros y tras pasar una pequeña elevación, al dar el rodeo que indicaba la carretera, vi la estampa que aparece en la primera foto: en la oscuridad una línea de fuego en el horizonte. 
Precioso espectáculo que hacía mucho tiempo que no veía. Inmediatamente me dije que era producido por la quema de rastrojo. Estos son los residuos del cultivo que quedan adherido a la tierra, después de cosechar, quedando parte del tallo unido a la raíz de la planta. Su quema implica la quema de la superficie total de la parcela. La quema puede ayudar a descomponer los rastrojos y devolver nutrientes valiosos al suelo, mejorando así la estructura del mismo. Además, la quema puede eliminar malezas y plagas potenciales, creando un ambiente más saludable para los nuevos cultivos.


Hay toda una legislación sobre cómo, cuándo y dónde se puede hacer este procedimiento. Antes la cantidad de incendios forestales que se han producido por culpa de esto, esta legislación es exhaustiva. Una de ella es el momento de la quema que debe ser después de la salida del sol y finalizar a la hora en que se fije en las condiciones de la autorización y puede realizarse cualquier día de la semana. En ocasiones extremas, los gobierno autonómicos pueden prohibir la quema por motivos justificados. Después de la línea de fuego un vehículo me confirmó de que la quema estaba vigilada. Me quedé maravillado por la plasticidad del momento. 

¡Hasta la próxima, primero Dios!






 

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