miércoles, 14 de agosto de 2024

Punta Umbría

Hacía tiempo que no estaba a Punta Umbría. Me acuerdo que íbamos hace muchos años con toda la familia a pasar allí unos días. La primera vez que fui tendría unos siete u ocho años. Y eso duró unos cuantos años. Después he estado de paso. La semana pasada estuve pasando unos días en la residencia que tiene Hermandades de Trabajo de Sevilla. Quería ir a la residencia que tiene en Mazagón, pero está cerrada por reformas. En Mazagón he estado más de treinta años yendo todos los años. Era el lugar de vacaciones a los que iban mis padres. Desde el ochenta fui con ellos, después con mi madre. Y más tarde, sólo.

Hermandades de Trabajo es una organización apostólica y social de trabajadores que lucha por la dignidad y los derechos de los mismos. Fundada en 1947 por Abundio García Román. En esa dimensión de estar procurando el bienestar de los trabajadores construyó una residencias donde estos pudieran gozar de unos días de vacaciones en residencias a un precio razonable. 


Hoy me he encontrado en la residencia personas mayores, en su generalidad mujeres, algunas con acompañantes a su cuidado. Ha perdido la dimensión de vacaciones familiares, padres con sus hijos, que conocí en Mazagón. Aún conservo buenos amigos de los jóvenes que iban todos los años con sus padres: Paco, Silve, Manolo, Fátima, José Manuel, Roberto y muchos más.
La residencia tiene sus normas que no va mucho con el estilo de los jóvenes actuales: comida igual para todos, horarios fijos, silencio en la siesta... ¡Y eso es lo que yo buscaba!

Pasar tiempo en una playa magnífica; visitar chiringuitos que aún están abierto desde mi infancia como el Miramar, el Terramar o Miami; pasear por la calle ancha; ver puestas del sol sobre el mar; comer unos frutos del mar exquisitos... 

Y recordar aquellas calles de arena, aquellos juegos en el mar, la venida en la canoa desde Huelva a la entonces Punta Umbría a la que no se podía acceder por carretera, ni era municipio independiente. 

Magníficos días que he pasado viviendo y reviviendo mi vida.



¡Hasta la próxima, primera Dios!


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