lunes, 16 de septiembre de 2024

Mis amigos ex alumnos

El sábado estuve en el bautismo de Gracia en la Parroquia de Santa María de Carmona. Ese nombre este pueblo es muy normal, ya que la Virgen de Gracia es la patrona, y el bautismo se celebró delante de esta imagen que estaba en su novena anual. Por cierto la parroquia de Santa María es imponente. Tuve la oportunidad de verla antes de la celebración del bautismo. .
Edificada en distintas fases entre los siglos XV y XIX. Es de estilo tardo-gótico andaluz. El templo tiene una planta rectangular. Tiene tres naves. En las naves laterales hay entradas a capillas. En un lateral se conserva el Patio de los Naranjos, que fue el patio de abluciones de la antigua mezquita mayor de la ciudad. 
Carmona, ciudad histórica y monumental, bien merece una visita.
El interior contempla un gran planta de salón formada por tres naves y capillas laterales. Destacan las bóveda de nervadura de las naves, de carácter estrellado en la cabecera y sexpartito en los pies del templo. La estructura de las nervaduras del cimborrio en la nave central, presenta mayor complejidad y se encuentra decorada con medallones que representan ángeles en las claves de los arcos. Sus columnas son el resultado de la unión del conjunto de nervaduras.
La razón por la que asistí al bautizo de Gracia es que la pequeña es hijo de Alejandro amigo mío desde que fue mi alumno en el curso 1999-2000 en el instituto Maese Rodrigo en Carmona. En la comida coincidí con otro gran amigo mío, José Antonio Escamilla, compañero de Alejandro. ¡Qué después de veinticuatro años podamos estar juntos, en este tipo de celebraciones, es una gran alegría!
Alegría que también tuve por la tarde del sábado anterior, cuando entre en la caseta de la Juventud de la feria de Alcolea del Río y me vi rodeado de antiguos alumnos que me abrazaban y me besaban. Ya hace más de once años que terminé mi estancia en el el Instituto que se prolongó durante catorce años. Fue una inmensa alegría para mí el recibimiento que me hicieron y a los que algunos hacía muchos años que no les veía. Por la calle del real me encontré con Rafael que iba con su pareja y su madre. También me dio un gran abrazo. Le dije: "¡Pero sin te expulsé del Instituto varias veces!". A los que él me respondió: "¡Me lo merecía, Alfredo, me lo merecía!". 
El tiempo ha pasado y puedo decir que algunos de mis alumnos hoy son buenos y queridísimos amigos. Me gané su respeto cuando los traté con cariño y consideración, cuando les enseñé con rigor y los evalué de manera exigente. Siempre quedó claro que estaba ahí para acompañarlos y que les exigía para que desarrollaran todo su potencial.
Los docentes podemos ser amigos, empáticos, cercanos, comprensivos, humanos y más. No hay nada malo en promover una relación amistosa. Quizás el aparente conflicto se presenta porque algunos docentes validan y sostienen una relación asimétrica de poder con los alumnos.
Pero todo esto se puede pensar desde otro ángulo. Nuestro trabajo como docentes es enseñar, promover y acompañar los aprendizajes. Ya no sirve el modelo decimonónico del docente que daba clases magistrales y al que había que rendirle pleitesía. Hoy los estudiantes pueden conseguir toda la información que quieran en libros y la Web, entonces el docente es quien explica y propone actividades para asimilar saberes y desarrollar habilidades. Así las cosas ¿Qué tiene de malo hacerse amigo?
Claro, algunos dirán: si somos amigos le tendré que aceptar descompromisos en el aula; vaya, hasta tendré que aprobarle incluso si no estudia. Tener una relación cercana con lo alumnos no significa que pierdas tus papales y mantengas tu misión y tu lugar. De no hacerlo, puede ser una forma nociva de ver la amistad.
Como docentes podemos ser amigos de nuestros estudiantes y dejar en claro que seguiremos honrando nuestras obligaciones. Y siempre con una sonrisa, porque el cariño, como el respeto no deben faltar. A mí me llamaron siempre de tu y sin el don, y en ningún momento me perdieron el respeto, igual que yo siempre procuré respetarlo a ellos. 
También hay que decir que uno no se hace amigo de todos. Como en la vida misma, uno entabla amistad con unos y tiene un buen trato con otros. Pero esta relación de confianza me ha permitido estar para mis alumnos cuando me han necesitado. Y recibir en mi casa a ellos y que me pueda quedar en sus casas, como hice esta feria en casa de Andrés.

¡Hasta la próxima, primero Dios!


jueves, 5 de septiembre de 2024

Rastrojos



Salí de Arahal ya anocheciendo. Había estado con mis amigos Antonio, María Luisa, Nicolás y Gloria. Por la hora de salida sabía que llegaría a San Nicolás sobre las 10,30 de la noche. Estaba anocheciendo. Iba en dirección de Carmona en plena Campiña, por la Vega de Carmona. Una gran extensión de tierra llana. A unos kilómetros y tras pasar una pequeña elevación, al dar el rodeo que indicaba la carretera, vi la estampa que aparece en la primera foto: en la oscuridad una línea de fuego en el horizonte. 
Precioso espectáculo que hacía mucho tiempo que no veía. Inmediatamente me dije que era producido por la quema de rastrojo. Estos son los residuos del cultivo que quedan adherido a la tierra, después de cosechar, quedando parte del tallo unido a la raíz de la planta. Su quema implica la quema de la superficie total de la parcela. La quema puede ayudar a descomponer los rastrojos y devolver nutrientes valiosos al suelo, mejorando así la estructura del mismo. Además, la quema puede eliminar malezas y plagas potenciales, creando un ambiente más saludable para los nuevos cultivos.


Hay toda una legislación sobre cómo, cuándo y dónde se puede hacer este procedimiento. Antes la cantidad de incendios forestales que se han producido por culpa de esto, esta legislación es exhaustiva. Una de ella es el momento de la quema que debe ser después de la salida del sol y finalizar a la hora en que se fije en las condiciones de la autorización y puede realizarse cualquier día de la semana. En ocasiones extremas, los gobierno autonómicos pueden prohibir la quema por motivos justificados. Después de la línea de fuego un vehículo me confirmó de que la quema estaba vigilada. Me quedé maravillado por la plasticidad del momento. 

¡Hasta la próxima, primero Dios!