Sigo andando y no dejo de pensar en ello. Ayer estaba asomado a la puerta, y lo vi llegar hacia mí. Cuando lo tengo cerca y me saluda, le digo que viniera hacia mí. En ese momento le digo: "Te voy a dar un beso". Y después él me dice: "Gracias". Yo le pregunto si sabe el por qué. Y él me dice: "Desde luego".
Este amigo esta sufriendo un momento difícil. Circunstancias un poco trasnochadas, le va a impedir continuar con una tarea que está realizando con toda entrega y generosidad, alcanzando unos objetivos muy significativos. Eso lo tiene preocupado y muy enfadado. Y se nota.
Como sé cómo está, quería mostrarle mi apoyo, que soy consciente que él valora mucho. Yo ya no pensé más en ese detalle, para mí tan importante en estos momentos.
¡Hagámonos presente en los momentos de dificultad de los que nos rodean! ¡Qué la gente se sientan acompañados!
¡Hasta la próxima, primero Dios!
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