lunes, 21 de junio de 2021

Mis sueños están vivos


"My dreams is alive" es una frase que se repite en muchas ocasiones en EEUU, sobre todo cuando, como es normal, no se alcanza a vivir el anhelado y engañoso "sueño americano".

Creo que cuando conocí esta frase me pareció muy interesante. Es verdad que habría que explicar bien su sentido, para poderle aceptarla totalmente. 

Las personas tienen un proyecto en su vida que difícilmente llegan a alcanzarlo en su totalidad a lo largo de ella. Nos vamos poniéndonos metas, unas a corto plazo y otras a medio o largo plazo. Unas son más básicas que otras. Y ello afianza y e impulsa nuestras ganas de vivir por ilusión de alcanzarlo. Es importante para todos tener qué alcanzar en cada momento de la vida distintas objetivos, o aumentarlos, o consolidarlos. Claro que hay todo tipo de planteamientos, pues cada uno somos diferentes y diferentes son las bases en las que se apoya nuestras vidas.

Entre los jóvenes que conocí en la Escuela Miller de Huehuetenango hay muchos que han emigrado, de forma ilegal, a los Estados Unidos. Otros lo han intentado y han sido detenidos, encarcelados y expulsados. Y otros lo están pensando. También hay alguno que forman parte del engranaje, del negocio, que les hace llegar a la frontera y colocarlos en la ciudad a la que quieren llegar. Todos lo hacen por la necesidad de cambiar la situación de postración, de falta de futuro o de perspectivas que viven en su país. Su permanencia en él país sólo les hundirían en su pobreza, manteniéndolos sin posibilidades de vivir dignamente ni de subir en la escala social. Es la misma motivación de los que llegan a nuestras costas jugándose la vida. Y todos tiene un sueño, un deseo, una necesidad.

La falta de posibilidades para seguir estudiando cuando se es aún joven por el costo de los estudios, la dependencia de la familia de su infra trabajo que les aporta un mísero salario,  la vida de familias que viven en la pobreza e incluso en la extrema pobreza... hace que se le haya quedado gravada en su mente que la única oportunidad que ven es el saltar al país del norte. Allí los ilegales pueden trabajar hasta que no sean denunciados o la policía de emigración los detengan.


Uno de los momentos que más me impacta, cuando tengo posibilidad de visitarlo y hablar con ellos, es cuando narran sus vivencias en el país y la añoranza de su tierra natal y sus familias. También cuando te cuentan los días que pasaron en la cárcel y la frustración al ser deportado. Sobre lo que piensan hacer en el futuro algunos se proponen volver a Guatemala cuando consigan el objetivo que les llevó allí, otros simplemente han decidido quedarse ya para siempre. 

Para los que están pensando irse "a los estados" toda la suerte del mundo.

¡Hasta la próxima, primero Dios!

Ya realizada la crónica, unos de mis amigos ha conseguido llegar a Florida donde se ha encontrado con su padre al que prácticamente no conocía. Enhorabuena!!!



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