martes, 25 de mayo de 2021

Tras el Estado de Alarma

El nueve de mayo terminó el Estado de Alarma. Han sido nueve meses en los que españoles hemos tenido limitados, que no suspendidos, varios derechos fundamentales establecidos en nuestra Constitución. No se han podido suspender porque el origen de su proclamación no es el desorden ni la rebelión. Se legisló, como Ley Orgánica, lo que significa, dentro del Art. 43 de la Constitución la tarea de proteger la salud. Y ello puede, con los debidos procedimientos y cautelas, limitar esos derechos.

La medida, publicada en el Real Decreto 926/2020, establecía que la duración del estado de alarma era desde las 00:00 horas del 9 de noviembre de 2020 hasta las 00:00 horas del 9 de mayo de 2021. Eso quiere decir, que el estado de alarma terminó la noche del sábado 8 de mayo al domingo 9 de mayo.
A partir de ese día las medidas vigentes a nivel nacional decayeron  y entraron en vigor las restricciones decretadas por cada comunidad autónoma. Al no haber norma, estas medidas regionales tienen que estar siempre amparadas por la justicia, teniendo la última palabra el Tribunal Supremo, en virtud del decreto aprobado por el Consejo de Ministros.
Desde ese momento volvieron a estar en activo los derechos eliminados por el Estado de Alarma: La circulación de las personas por las vías o espacios de uso público, la entrada y salida de personas del territorio de cada comunidad o ciudad autónoma -salvo excepciones puntuales-, la permanencia de grupos de personas en espacios públicos y privados y la permanencia de personas en lugares de culto.
Es cierto que en estos meses la situación sanitaria ha mejorado. La vacunación se ha extendido y avanza progresivamente. Los mayores de más de 70 años están vacunados. Los de 60 a 69 han recibido la primera dosis y gran parte de ellos las dos. Se ha comenzado en estas semanas la vacunación de los de 50 a 59 años. 
Y el presidente de la Junta de Andalucía prevé que para el 30 de junio próximo el 75% de los andaluces estará ya inmunizados frente a la Covid-19 y el 100% de los mayores de 40 años tendrá ya al menos una dosis de la vacuna administrada. La prioridad en este momento es seguir vacunando con la mayor celeridad posible para alcanzar el objetivo de la inmunidad de grupo.
España afronta la recta final del mes de mayo con la pandemia de Covid-19 situada en una tendencia a la baja que se ha mantenido durante el fin de semana. La incidencia media del país en 135 casos por cada 100.000 habitantes y datos de contagios diarios y fallecimientos que no se veían desde el pasado verano.

Esta situación es inversa a nivel mundial al no haberse dado, ni iniciado en muchos países, los protocolos de vacunación. Y cuando se dan se está realizando entre las clases más acomodadas. "Se estima que cerca del 90% de las habitantes en casi 70 países de bajos ingresos tendrán pocas posibilidades de vacunarse contra el covid-19 en 2021." (BBC News Mundo, 04/02/2021). Al ritmo actual, dentro de tres semanas las muertes ocurridas solo este año a causa de la covid-19 superarán todas las registradas en 2020, dijo el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), T. A. Ghebreyesus. Los contagios reportados desde que se inició 2021 ya superan los registrados en el primer año de la pandemia, agregó el responsable de la Organización. También advirtió de que, aunque se observa una tercera semana consecutiva de disminución de casos "la situación a nivel mundial es muy frágil y ningún país puede decir que está a salvo".
Personalmente, y como preveía en la crónica del 17 de abril, recibí a finales de ese mes la primera dosis de Pfizer y el pasado 21 la segunda. El plan establecido va alcanzando un ritmo normal y en mi pueblo se han comenzado a vacunar ya a los que han cumplido 52 años.
Esta estrategia de vacunación, la más grande realizada en nuestro país en todos los tiempos, va desarrollándose, como en otros países occidentales, de una manera eficaz.
¡Hasta la próxima, primera Dios!

lunes, 24 de mayo de 2021

Las fotos amables de una situación inhumana


La emigración es tan antigua cómo la humanidad. Ya la Biblia, en sus primeros relatos, les recuerda a los israelitas: "Entonces tú también debes amar al inmigrante, porque fuiste inmigrante en la tierra de Egipto." DEUTERONOMIO 10:19.

Si los pueblos se hubieran quedados en sus lugares de origen la historia habría sido muy distinto. Los motivos son muy diferentes. Bien sea por motivos políticos, socioeconómicos, familiares, culturales, religiosos, causas bélicas o conflictos de distintos tipos, catástrofes naturales, la humanidad se ha movido de su lugar de origen. 
Hoy en día se está dando sobre todo por motivos económicos. Las grandes diferencias sociales entre las distintas zonas del mundo hace que las personas se planteen, si quieren salir de la pobreza extrema, poder alcanzar un mejor nivel de vida algo al que todos las personas tienen derecho a aspirar. 
Hace unos días vimos como nos estallaba esa situación en una de nuestra ciudades: Ceuta. Y esto lo hemos vivido en primeras personas, hace unos días, los españoles. Sea por el motivo que sea, y algunas razones son aborrecibles, la ciudad autónoma vio llegar a ocho mil migrantes de golpe a través del mar, lo que supone un diez por ciento de  su población. No se podía hacer otra cosa que dejarlas entrar. Es muy fácil el acceso a través del espigón. 
La cantidad de personas era exorbitante. Personas de todas las edades, e incluso familias enteras. Niños traídos desde la puertas de sus colegios en autobuses bajo la excusa de ver a Cristiano Ronaldo o a Messi. 
Y allí, en ese momento vimos estas fotos, que aunque sean excepción, merece la pena que se difundan pues nos da la esperanza de que algún día no lo sean.
Y me emocionaron las palabras del arzobispo emérito de Tánger, Santiago Agrelo:
"Ensuciar la belleza está al alcance solo de mentes perdidas, de humanidad extraviada". Así, reconoce que "uno sueña con ser Luna, con ser aquel guardia civil que vimos salir del mar con un bebé en los brazos, o el soldado que se llevaba a cuestas a un chiquillo". "Esa es la humanidad que todos queremos ser. Lo demás es para sentir tristeza e intentar salvar a esas personas, los verdugos"
¡Hasta la próxima, primero Dios!