“Amen a sus enemigos, rueguen por sus
perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir
el sol sobre los malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.”
Amazonía
Llegar a la Amazonía ecuatoriana es relativamente fácil ya
que se emplea poco tiempo.
El avión que partió de Quito llegó al aeropuerto de Lago
Agrio en poco más de media hora. Se veía desde él como un manto verde
formado por las copas de los árboles que era separado por ríos serpeantes cada
vez más anchos. Se anuncia a la llegada que la temperatura es de 30 grados en la pista.
Llegamos a su capital, Nueva Loja, donde se agrupa gran parte de la población del cantón perteneciente a la provincia de Sucumbío fronteriza con Colombia.
El cantón Cuyabeno, al que íbamos, se encuentra dentro de la reserva faunística del mismo nombre conocida a nivel mundial. Hablar de
Cuyabeno es hablar de un tesoro de la Amazonía ecuatoriana, de una de las
bellezas naturales del mundo, de tierra de lagunas y avistamiento de delfines
rosados.
Se llama Playas de Cuyabeno por los menadros de tierra que hay en el centro del río en la unión de los rios Aguarico y Cuyabeno. |
La reserva se extiende en un territorio de más de 600.000
has. entre las cuencas de los ríos San Miguel al norte y Aguarico al sur, siendo un bosque
húmedo tropical amazónico.
Nuestro destino se encuentra en el corazón de la reserva, Playas de
Cuyabeno, dónde se encuentra la Unidad Educativa del Milenio “Victor Dávalos” a
la que íbamos a visitar.
Los pozos de petroleos que abundan en la zona. |
Desde el aeropuerto nos dirigimos en autobús de línea a
Tarapoa, capital del Cantón. Allí hicimos noche.
Nos recibió Raúl responsable administrativo de educación. Él nos había preparado los medios para llegar a nuestro destino final.
Nos recibió Raúl responsable administrativo de educación. Él nos había preparado los medios para llegar a nuestro destino final.
Por la mañana, y en un coche de la administración, llegamos,
después de una hora, al río Aguarico, un afluente del Napo que desemboca en el
Amazona. En ese recorrido vimos bastantes pozos de petróleo, auténtica riqueza
económica de esta región del país.
En Centro Unión, una pequeña población que hace de puerto
fluvial, tomamos una lancha del Ministerio de Educación. Esta lancha es un
barco escolar, pues sirve para ir recogiendo a los chicos en la ribera que
asisten a la Unidad Educativa. Estamos hablando de otro concepto de transporte
escolar.
Tardamos unas dos horas y media hasta llegar a Playas de
Cuyabeno, ¡y eso que íbamos a favor de la corriente!
Aunque monótono, pues es siempre la misma vista, el viaje es
muy atractivo. La frondosidad de la selva se desborda sobre el cauce del río.
Éste lleva bastante caudal y su cauce es muy respetable. Podría decir que es de
ancho como dos veces el Guadalquivir a su paso por Sevilla. Si éste es un
afluente del Napo, un afluente del Amazona, ¿cómo será el cauce y el caudal de
éste? Por todo ello es impactante el viaje.
El tiempo que nos hizo fue
fabuloso. De habernos cogido una tormenta, cosa no tan difícil, hubiéramos
tenido que acercarnos a la orilla, amarrar la barca y es perar que amainara.
En ese tiempo vimos poco movimiento de lanchas y barcos en el
río: uno que llevaba turistas muy bien dotado de chalecos salvavidas, otras lanchas de
ribereños y uno más grande que transportaba
vehículos de las plantas petrolíferas que se encuentran más abajo de dónde
íbamos.
El recorrido se hace un poco largo pero es impresionante
descubrir cómo te vas metiendo en una zona natural tan privilegiada como alejada
de la sociedad.
No llega nuestra señal de teléfono y sólo un internet que
funciona cuando quiere es el contacto con el exterior de esta parte de la selva
amazónica. De hecho hemos pasado más de tres días incomunicados por señal
telefónico y de internet.
En un marco impresionante surge la silueta al fondo de la ciudad del Milenio "Playas de Cuyabeno". |
Playas de Cuyabeno
Playas de Cuyabeno, territorio habitado por la nacionalidad
Kichwa, es un nuevo modelo de desarrollo, donde se aprecia la primera comunidad
del milenio, en perfecta armonía con el medio ambiente.
Las viviendas de la ciudad, rodeadas de cesped, junto a la Unidad Educativa que se observa al fondo |
Esta Parroquia Rural de Cuyabeno, denominación oficial del
lugar, fue construida en un antiguo asentamiento indígena. Fue contruída por la
empresa Petroecuador como compensación
hacia la comunidad indígena propietaria de la tierra donde se encuentran
importante pozos petroleros.
Esta compensación fue una claúsula que le exigió el gobierno actual del Ecuador a
la empresa para seguir trabajando allí. Las comunidades locales se tenían que
beneficiar de esa riqueza de su subsuelo.
Los habitantes dicen que fueron ellos los que escogieron el
modelo de casas que querían que les construyesen en la ciudad.
Y están
orgulloso de ello. Los casi 500 habitantes de la ciudad habitan en las 70 casas
que la compone junto a la Unidad Educativa del Milenio que reune a estudiantes
de diferentes nacionalidades indígenas a lo largo y ancho del río Aguarico.
Trabajo comunitario de todos los adultos de la ciudad. |
La organización de la ciudad me recuerda organizaciones
ideales del socialismo utópico o las Misiones Jesuíticas Guaraní localizadas entre la Cuenca del Plata, el río Paraná y el río Uruguay. En este artículo encontramos muchas coincidencias (https://es.wikipedia.org/wiki/Misiones_jesu%C3%ADticas_guaran%C3%ADes).
Esta comunidad no tienen jefe como suele ocurrir en otras. Todo se habla y decide en la comunidad cada principio de mes. El primer domingo se reunen desde las ocho hasta la una y desde las dos hasta las 4,30 de la tarde para discutir sus asuntos. Y todos van a esas reuniones como van al trabajo comunitario del sábado anterior. El no asistir significa una multa de un día de trabajo (13 dólares). Y están obligados a asistir los mayores de 15 años y menores de 50. Los mayores que no tienen obligación de asistir a ese trabajo, si pueden participar en la asamblea comunitaria con derecho a voz y voto.
Esta comunidad no tienen jefe como suele ocurrir en otras. Todo se habla y decide en la comunidad cada principio de mes. El primer domingo se reunen desde las ocho hasta la una y desde las dos hasta las 4,30 de la tarde para discutir sus asuntos. Y todos van a esas reuniones como van al trabajo comunitario del sábado anterior. El no asistir significa una multa de un día de trabajo (13 dólares). Y están obligados a asistir los mayores de 15 años y menores de 50. Los mayores que no tienen obligación de asistir a ese trabajo, si pueden participar en la asamblea comunitaria con derecho a voz y voto.
Pudimos participar en la fiesta de cumpleaños de Becquer nieto de Dª Rita y Don Manuel. |
Observar cómo todos trabajan en la ciudad, la puntualidad en
la asistencia al punto de encuentro, el fiel cumplimiento de las tareas asignadas en la asamblea, la
aportación de alimentos que debe llevar cada familia… es impresionante. Esta
organización es ancestral y se llama Minga.
También es común en las comunidades indígenas de Guatemala.
Esta ciudad está muy bien atendida en el campo de la salud.
Tiene dós médicos y dos enfermeros que se turnan. Conocimos a Tiana, médico y a
Marcos, enfermero, que me curó un dedo. Ellos van visitando las casas que se
encuentran tanto en la rivera como en la ciudad. Un trabajo ejemplar. Y el sábado
estuvimos con los bomberos que venían a visitar las instalaciones de los
lugares públicos.
Almorzando donde Dª Rita con los bomberos. |
Chicos kichwas, el martes, dentro de la unidad educativa. |
El fin de semana que llegamos pudimos compartir la comida con
Dª Rita y su marido, D. Manuel. En su casa probamos alimentos y bebidas típicos de éste
lugar: la chicha de yuca; el casabe, tortilla hecha a base de yuca o el pan de
yuca a base de yuca, huevo y queso de forma alargada. Aún no he degustado los
mayones asados. Son ¡gusanos de dentro de la palma de coco! ¡Dicen que saben a
coco!
Ejemplar de Guanta de Wikipendia. |
También en la comida de la Unidad Educativa he probado por primera vez el Guanta un mamífero como el cuy, pero más
grande. Este se caza a la orilla del río cuando se acerca a beber. Solo sale en la noche, se alimenta de fruta y vegetales. Y en algunos lugares su caza está prohibida.
La imagen de la ciudad es un superficie verde con casas sobre
pilares. Además de tener numerosos espacios deportivos cuenta con un coliseo,
centro de deporte cubierto con gradas, que sirve como lugar de encuentro para
todo y para todos.
El clima, cálido, humedo y lluvioso sorprende. Pasar de estar
a casi 35 grados y aparecer una tormenta imensa, es cuestión de segundo. Aquí
pude soportar una noche una lluvía torrencial con gran aparato eléctrico y
viento. Realmente impresionante. Al día siguiente un calor insoportable que dio
paso otra vez a la lluvía. Y así ha sido los ocho días que he tenido la suerte
de pasar en este lugar.
Algo que me llamó la atención es que las personas de la
ciudad, siendo todos Kichwa, no hablan su idioma. Los abuelos sí lo hablan,
pero ya los padres de los estudiantes han abandonado su lengua en sus
relaciones mútuas utlizando el castellano. Sin embargo en la escuela es una
asignatura obligatoria, aunque parten del castellano para explicarlo.
UEMEB "Victor Dávalos"
De izquierda a derecha: Ronals de nacionalidad Shuar, Robinson es Kichwa y Tarquino es Cofan. |
Su nombre es Unidad Educativa del Milenio Intercultural Bilingüe "Victor Dávalos" un jesuitas que trabajo con los Kichwa hace ya tiempo. A ella asisten cinco etnías diferentes además de la Kichwas,
que es la mayoritaria: Siona, Shuar (llamados Jíbaros, nominación despectiva para este pueblo) Secoyas, Cofanes y Awa. Cada una con su
idioma. Los martes cada estudiante lleva la camiseta del color de su
nacionalidad. Así la unidad educativa cumple también la función de interrelación y fratenización entre ellos.
Hablando con los representantes de los alumnos de la U.E. |
Los alumnos son unos 220 de los cuales más de la mitad llegan
en las lanchas a las siete de la mañana lo que les ha supuesto a algunos a
levantarse a las cuatro de la madrugada. Y llegan a sus casa, algunos a las cuatro de la tarde. Más de doce horas. Importante para contrastarlo con otras realidades.
Las dos lanchas que hacen de transporte escolar. Una viene de río ariba y otro de río abajo. |
Con los chicos y profesores en la fiesta de la residencia, la última noche. El coordinador de la residencia, Luis Alfredo, lleva la falta típica de los Kichwa. |
Un gran esfuerzo del país por la escolarización de los niños y jóvenes. Además de los alumnos, los profesores que no residen en la ciudad de milenio, lo hacen en la residencia escolar, algunos con sus familias. Esto le da unas características especial a esta unidad educativa. Es la primera que he visitado en la que esto sucede. Por eso es importante conocer la realidad de primera mano, pues nadie me había informado de ello.
Para mí, y para Luis, mi compañero, ha sido una riqueza muy importante estar estos días en este lugar: por su belleza natural, por la organización que hemos visto en la comunidad, por las magníficas instalaciones de todo tipo, por el contacto y acogida de los que nos recibieron...
La vuelta, al viernes siguiente al que llegamos, fue larga, tres horas y media. Además de ir contracorriente la lancha estaba llena, quizás demasiado.
Eddy, uno de los miembros de la administración provincial, informando a los estudiantes. |
Además de los que la usan diariamente iban los que salían de la residencia para el fin de semana, los profesores, las cocineras, nosotros y unos especialistas del distrito que habían ido a informar de la prueba de fin de bachillerato y lo que hay que hacer para inscribirse en los estudios universitarios. En total más de 85 personas. Después en Centro Unión fuimos hacía la capital de Lago Agrío, donde hicimos noche.
Ahora seguiremos nuestra tarea en otra comunidad del oriente ecuatoriano a la que nos desplazaremos mañana desde la capital de la provincia de orellana dónde nos encontramos.
“Hasta la próxima, primero Dios”