Soy un fan de los encuentros con amigos. A lo largo del curso tengo ya establecidos unos periódicos al año. Otros tienen una periodicidad menos larga. Pero siempre es para mí una oportunidad de disfrutar de la amistad. Este sábado pasado fue el que tengo más numeroso. De forma que he pensado que con determinados amigos lo vamos a hacer en otras fecha. La casa se me queda pequeña.
Comenzamos el encuentro con una vista a las "calizas" del Cerro del Hierro. El tiempo, y el cerramiento de partes donde se podían pasar para visitarla, hizo que la visita no cumpliera las expectativas que teníamos.
En esta oportunidad, al estar lloviendo, la hice en la parte alta de mi casa y no en las terrazas. Y ya comprobé que se completaba el espacio.
Al acabar el día les puse a todos que me sentía muy agradecido por su presencia. Y esto son algunos de los mensajes que recibí.
"Gracias a ti, como siempre, por tu hospitalidad y por compartir tus amigos y hacernos partícipes de estos momentos tan bonitos y esperado a los largo del año." Javi.
"Para nosotros ha sido un día precioso. Gracias por compartir amigos tan estupendos. El agradecimiento es mutuo" Eugenio.
"Gracias a ti por este maravilloso día. Nos vemos prontito. Ya mucha gente es mi gente" José M.
¨Gracias por compartir tu casa con nosotros. Un día genial" Inma
"Gracias a ti por la magnífica velada" Darío.
"Gracias a ti. Hemos pasado un día estupendo. Ya viniendo de vuelta hemos hablado de barbacoa en el campo de Beatriz. Así que nos volvemos a ver. Nosotros también te queremos". Mercedes
"Muchas gracias por la acogida y el buen rato entre buena gente". Paco
"Gracias a ti por abrirnos las puertas de tu casa". Barrera
"Gracias que te tenemos a ti" Álvaro
"Gracias hermano. Lamentamos la premura de nuestra visita. Pero tú lo merecías. Gracias por todo lo que nos has preparado que estaba buenísimo. Y qué buena gente a tu alrededor. Abrazos". Salvador.
Ello me indica que, a pesar que provienen de lugares distintos, de momentos de mi vida diferentes, se alegran de vivir este momento. Seguro que elegimos amigos que tengan nuestros mismos valores, con una actitud ante la vida positiva y con ganas de establecer unas relaciones de confianza que nos aporten aspectos que merezcan la pena vivir con ellos, ayudándonos mutuamente en nuestras vidas diarias. Por eso los amigos de uno hacen unas buenas migas unos con otros sin tener que conocerse previamente. ¡Los amigos son los hermanos que la persona elige!
¡Hasta la próxima, primero Dios!