Mi amigo Ismael me dice que hecha de menos que no escriba más a menudo. Independientemente de que no siempre uno está para escribir crónicas, he pasado por momentos más o menos complicados de salud, como he narrado anteriormente, además he estado muchos días de médicos y otros más o menos festivos.
Lo de la enfermedad del linfoma hasta ahora el síntoma se reduce a los dedos de los pies acorchados. Ello no justifica un tratamiento tan agresivo como es la quimio. ¡Hasta que no pueda abotonarme la camisa no se verá si hace falta! Espero que esto vaya para largo. Otras dolencias van siendo debidamente tratadas. He sentido el calor de familiares, amigos, vecinos y conocidos interesándose por mi salud. Gracias a todos.
De los días festivos vividos, tras ese tiempo, me alegro mucho. He aquí algunos.
Y de amigos tengo que tener presente a Danilo de Huehuetenango, que ha sufrido un accidente de moto, en el que se fracturó en hombro. Fue su hermano Jonny quien me informó del mismo. Tuvo que ser intervenido en la ciudad de Quezaltenango. Ahora esta convaleciente.
¡Un fuerte abrazo desde aquí y que te mejores!
También estuve en la boda de Estrella y Enrique antiguos alumnos míos de Alcolea del Río. Es todo un lujo para un profesor que, después de más de diez años, tus ex-alumnos, se acuerden de ti y manifiesten su interés en que estés en su matrimonio. Los dos fueron unos buenos alumnos y hemos seguido en contacto. Escuchar decir que estaban muy contentos en que estuviera en su boda te hace sentir muy feliz.
También fue una buena ocasión para encontrarme con otros ex-alumnos, amigos, que tienen su vida ya solucionada. Algunos con carreras y otros en diversos trabajos. Me manifestaron su cariño y alegría por verme. Un buen momento estando con ellos.
Y la alegría de ver por primera vez a Martina, hija de Federica y José Manuel. Hija buscada, deseada y muy querida. He tardado en conocerla, por lo que la he visto ya muy grandecita. La alegría, compartida por sus padres, familiares y amigos, ha sido intensa.
Todos mis deseos de que crezca con salud, porque rodeada de cariño y cuidados es seguro que estará.
¡Hasta la próxima, primero Dios!