Suele pasar siempre. La Navidad y el año nuevo trae consigo encuentros y momentos entrañables. Eso No es lo importante para mí. Lo importante es compartir. Aquí algunas fotos de esos momentos que subo para mantenerlos siempre a la mano.
Primero de año.
Lo celebro desde hace unos años con amigos en San Nicolás en casa de Javier y Carmeli. Allí comienzo el año en familia con alegría y serenamente. Este año conocí al hijo de los anfitriones, Javi hijo, al que no conocía a pesar de más de cincuenta años que conozco a sus padres. estaba acompañado por su esposa y una sobrina de esta.
En Paradas
Otro momento de este periodo del año es cenar con Antonio, Ani, su hija Laura y su nieta Paula. Este año, a pesar de haberla puesto al mediodía para almorzar, Antonio no pudo estar pues esta trabajando en Sevilla. Desplazarnos a Paradas es siempre motivo de alegría tanto para Fernando como para mí. Los recuerdos y las personas conocidas están siempre en corazón. Un destino que, aunque fue breve, marcó mi vida. De ello la relación de amistad, entre otros, con esta familia. El encuentro con ellos, y ahora con la presencia incansable y a la vez encantadora Paula, es una bendición de Dios. Desgraciadamente no tengo más fotos de ese encuentro.
Día tres de enero
Aunque no es algo tradicional, mi participación en este almuerzo se debe a una invitación de Fernando que había quedado ya con ellos. Participan en la HOAC donde viene mi amistad aunque creo que a todos los conozco por otra vía. Manolo y Puerto, matrimonio, fueron alumnos míos en el colegio Zurbarán en mil novecientos setenta y cinco estando de práctica de magisterio en su barrio de la Oliva. ¡Toda una vida! Creo que son los exalumnos con los que mantengo amistad más antiguos. Diego y Carmen participaban en un movimiento de iglesia antes de estar en la HOAC. Félix y Conchi los conocí prácticamente cuando vinieron a vivir a mi barrio. Allí afiance mi amistad con ellos y su familia. Este encuentro tuvo una larga continuidad en el barrio del que proceden.
Víspera de Reyes, almuerzo.Esta celebración sí que se hunde en la memoria del calendario. La celebro con mi familia Manaute López desde hace muchos años. Desde mi llegada a Arahal en el año antes de los ochentas mi relación con ellos es de extrema cercanía y cariño recíproco que ha ido creciendo a lo largo de los años.
Tiene un componente imprescindible "La sopa amarilla". Bueno, ¡Así la llamo yo! A base de pan, sangre y huevos. ¡Exquisita! Hoy la mesa es ya interminable pues se han ido añadiendo las parejas de los sobrinos y los hijos de estos.
Se celebra normalmente el día de la cabalgata de los Reyes Magos al mediodía. Después vamos a ver la cabalgata donde este año salía Lara. Volvemos a tomar el chocolate y los roscos de reyes. Tenemos la suerte de tener dos miembros con familias de panaderos por los que roscos no sobran. El de nata, buenísimo.
Tras la cabalgata de reyes, cena.
Otro de los tradicionales momentos es la cena en casa de Paco y Silve. Vemos la cabalgata a su paso por la calle Pages del Corro ya casi en los "paules". Y después pasamos a la casa para cenar y tomar el champan y los dulces. Participan Manolo y Fátima, Mercedes la madre de Manolo y, esta vez, María y Gonzalo. Un gran momento siempre. También mi amistad con ellos puede alejarse en el tiempo muchísimos años.
Todos estos encuentros los realizo con personas que son muy queridas por mí y que forman parte de mi vida, de mi historia, de lo que soy y con los que encuentro muy bien.
¡Hasta la próxima, primero Dios!