Como ya he escrito en otras crónicas, no me planteo en el verano salir de mi casa, de mi pueblo. San Nicolás tiene un atractivo particular en cada una de las estaciones. En verano es un lugar elegido por muchas personas para pasar estos meses. Ello hace que se duplique la población, haya más gente en la calle y hay una oferta cultural realmente impresionante.
La casa me ocupa una parte de mi tiempo durante este mes, en especial el cuidado de las macetas, del huerto, el yacusi. Hay que regar, dos veces al día, para mantenerlos bien cuidado. Este año he podido conseguir que estén realmente muy bien. Los ciruelos han dado tanto fruto, que a pesar que se han recolectado por muchos, aún quedan en los árboles. Los tomates están maduros. Ya están los primeros. Los pimientos, por otras parte, están en su punto. Un poco más tarde estarán los membrillos.
Además, el verano, es el momento ideal para el encuentro con familiares y amigos, lo que viene siendo normal. Las relaciones con ellos me encantan y durante el verano son más fáciles.
Con la familia
Con amigos
Con amigos ex-alumnos
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Y en otras actividades
En la cena de la tercera edad en tiempo de feria. |
En la segunda vez de música en las azoteas de mi casa. |
Y aún quedan unos días para que termine. Tengo tantas actividades que debo esperar un periodo de calma para escribir estas crónicas.
¡Hasta la próxima, primero Dios!
Algunos rones de Centroamérica que nos sirvieron para una cata en familia. |
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