Algunos amigos se cuestionan sobre la ausencia de entradas en el blog. Hace ya varios días, casi un mes, que no subo ninguna crónica.
En todo este tiempo he escrito una que aún está de borrador. No decidí subirla. Otras veces he pensado que debería escribir y no me puse a hacerlo. Y el resultado ha sido mi no presencia a través del Blog. Y esto denota una actitud general en mi vida en el último mes y medio pasado. La ausencia de presencia pública. He vivido en este tiempo recluido en mi casa, en mí mismo, aislado.
A esto hay que añadir que mi estado físico no me acompañaba a salir, a reunirme, a viajar, a pasear... Me he sentido cansado, a veces con dolores insistentes, que no era lo más apropiado para animarme a salir de mí mismo. Las salidas, los encuentros, han sido los imprescindible. Tanto al pueblo como fuera del mismo. En estos intentaba encontrarme bien, pero volvía pronto a la seguridad de mi casa del pueblo.
Y esta situación ha llevado a no tomar decisiones importantes en todo este tiempo. Parece que como la enfermedad está pasando, me encuentro interiormente mejor y he comenzado a tomar decisiones, el escribir esta crónica es muestra de ella. Otras vendrán a continuación.¡Hasta la próxima, primero Dios!