lunes, 31 de agosto de 2020

Se va yendo

Este verano, tan atípico como el año bisiesto en el que vivimos, va terminando. Y da la sensación que no ha sido como los otros. Como si después del confinamiento estuviéramos asistiendo a la prolongación de aquellos meses que no hemos vivido normalmente. 

Además hemos conocido noticias un poco extraordinarias, entre otras: 

la decisión del rey Juan Carlos de vivir fuera de España tras el descubrimiento de asuntos financieros nada claros,

la decisión de Messi de dejar el Barcelona después del 8 a 2 que le metió el Bayern (Baviera) de Múnich, 

el serio repunte de casos de Covid 19 en la que algunos lugares está a las alturas del mes abril, aunque con menos virulencia, y su extensión en países latinoamericanos,

 

la conquista de la sexta copa de la Liga Europea (Europa League) por el equipo de mis amores, 

 

la caída histórica del PIB español la mayor de las economías de Europa debido en parte de la ausencia de turistas extranjeros,

la falta de claridad de cómo se va a realizar la entrada al colegio de los alumnos en España y otros tantos asuntos...

 

Vivir en San Nicolás del Puerto es algo increíble. Un lugar único, aunque sea una opinión subjetiva. Por la noche es un lugar privilegiado para mirar el cielo. Hay muy poca contaminación lumínica. Mirando hacia arriba descubres la majestuosidad del universo. Es una visión para gozarla quedándote extasiado ante tanta maravilla que nos hace a la vez pequeños ante tanta inmensidad y grandes porque tenemos somos poseedores de unos sentidos que nos hace deleitarnos ante tanta maravilla puesta a nuestro alcance. Y me hace alabar al Creador. Esta foto de mi hermana Mariajosé nos lo muestra.

Por mi parte esta quincena ha sido la continuación de todo el verano. Pocas salidas y recibiendo en casa a familiares y amigos. 



Pasando días con hermanos y familia. 

Cuando se me parte una maceta suelo guardar los restos en una cesta.
Estos días las he rehecho. Éste es el resultado


Que unos ex-alumnos te inviten a su matrimonio, a pesar de los pasos de los años,
es una gozada. Reunirme con los que un día fueron alumnos,
y ahora amigos, me llena de satisfacción.



Y recibiendo a distintos amigos. Visitas que agradezco.
Estos amigos que permanecen años tras años.

¡Hasta la próxima, primera Dios!










martes, 18 de agosto de 2020

Hace un mes

Me he llevado un mes sin subir crónicas. Desde escribir cada semana, los domingos, a no hacerlo, tiene que haber una razón, o varias. 

Quizás no haya que buscar mucho para concluir que cuando no se hace es porque no te apetece y punto. Y eso es así. Y ¿no te apetece por qué? y ya la volvemos a liar.

En este mes de julio - agosto he vivido muy entregado a los familiares y amigos que visitan mi casa. No tengo mucho tiempo para aislarme y escribir. He visitado también a algunos amigos, o he ido a algún espectáculo, lo que no permite tampoco subir crónicas. Cuando estoy en casa, si estoy sólo, me dedico a las tareas propias de la casa. El patio - huerto, limpieza, macetas - me lleva mucho tiempo; las compras también; las tareas de la casa si no las hago yo, no las hace nadie; es verano y se duerme más (la bendita siesta); el fútbol me apasiona, y mi Sevilla me ha quitado, y me va a quitar a día de hoy, también horas. 

En fin uno se ha dedicado a lo inmediato, a lo que le venía encima, a disfrutar de la casa, a intentar pasar el calor de la manera más suave y disfrutar de la compañía que tenía.

Y este ha sido el resultado: casi más de un mes que mi vida, desarrollada de manera silenciosa y tranquila, ha resultado agradable y pacífica. O sea de lo más normal posible.


Las fotos me ayudan a recordar lo que he vivido.

¡Hasta la próxima, primero Dios!