

Ya lo dijo el eminente psicoanalista Erich Fromm cuando afirmó:
“El ansia de relación es el deseo más poderoso de los seres humanos, la fuerza fundamental que aglutina a la especie”.

Es gracias a la pareja, la familia y los amigos que experimentamos las emociones positivas del amor y del afecto, componentes básicos de la felicidad. Pero además, nuestras relaciones suelen ser también una fuente de alegría, de disfrute y de diversión, otros de los componentes de la felicidad.
Cuando hablamos de ser y sentirnos felices podemos fijarnos en el plano material de nuestra vida, y tratar de obtener todo aquello que deseamos. Esto no es una mala estrategia, ya que tener lo que uno quiere, y la ilusión que se siente en el camino de su consecución, son fuentes de felicidad. Ahora bien, si lo que deseamos es una felicidad duradera y con mayúsculas, no podemos dejar de lado sus componentes más básicos, y uno de ellos son la familia y los amigos.

Durante estas festividades navideñas, en las que suelen abundar las comidas y reuniones familiares, es importante destacar los beneficios que puede conllevar el hecho de compartir momentos con los seres queridos.
Entre ellos:
* Mantener líneas de comunicación abiertas entre los diferentes miembros. Se trata de una vía para conocer la vida de los demás y poder expresar las situaciones que se viven. En este sentido es un buen momento para anunciar decisiones o acontecimientos importantes en la familia. Esto consolida el sentimiento de apoyo por parte de los miembros de la familia y fortalece la unión familiar

* Se promueve el mantenimiento de la celebración de fechas señaladas entre los más jóvenes.
* Es un momento de felicidad y en muchas ocasiones, de encuentro con miembros de la familia que viven lejos o que no tienen oportunidad de verse durante el año

Me encantan las fiestas que se celebran en torno a la Navidad. Creo que tiene un gran atractivo al girar en torno al Nacimiento de Jesús. Fiestas por todos lados y de toda la gente.
Es verdad que para algunos, por diversos motivos, no son agradables, al ser días muy señalados, cuando se han tenido malas experiencias en esos días o se vienen al recuerdos a personas queridas desaparecidas. Pasar las festividades acompañados ayuda a sobrellevarlo.



La elección del lugar donde la celebramos nos permite estar tranquilos todos pues la hacemos en un sitio en el que no tenemos que preocuparnos del desarrollo de la comida. Y ello nos permite estar todos más relajados y con una sensación de tranquilidad en lo referente al desarrollo de la misma.
El encuentro en las fiestas es algo consubstancial a la familia siempre que es posible. De lo contrario hay que celebrarlo por separado. Ello no implica no tener el sentimiento de estar unidos.
Los medios hoy nos permiten hacerlo en la distancia.
Las felicitaciones personalizadas de los amigos -las que se mandan en serie me gustan menos-, te hacen sentirte unidos a ellos aunque estén a kilómetros de distancia, pero no del sentimiento.
Por lo que a mí respecta me he sentido feliz por estar junto con aquellos que la distancia me ha permitido y me ha hecho más feliz la acogida y presencia de familiares y amigos de siempre. Gracias por los que me habéis permitido todo esto.
¡Y que en el 2020 nos permita de nuevo el encuentro!
¡Y que en el 2020 nos permita de nuevo el encuentro!
¡Hasta la próxima, primero Dios!
Para leer más sobre los beneficios de las reuniones con familiares y amigos:
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