En dos situaciones diferentes, quizás muy diferentes, dos jóvenes amigos míos han tenido un hijo. Me ha movido hacer esta crónica las dos fotos que me han mandado y que me han emocionado. Por motivos de preservar la imagen de los recién nacidos no puedo poner las caras de los niños. Pero creo que se intuye el "momentazo" que me han regalado.
En la de arriba mi amigo Carlos abraza a su hijo al que ha ayudado a nacer, pues es médico que se está especializando en el hospital San Juan de Dios de Ciudad de Guatemala en pediatría. La emoción le pudo y se abraza al niño que parece también estar abrazándole. Con Carlos la amistad procede de cuando llegué a Huehuetenango y se ha mantenido durante todo su tiempo de estudiante y también en este último viaje a Guatemala de hace cinco meses.
El otro es el hijo de Esteban. Padre e hija durmiendo de una manera que se puede intuir de total paz, confianza y alegría. Este nacimiento ha tenido lugar en Alemania.
Esteban, de mi barrio de Sevilla, forma parte de un grupo de jóvenes, al que acompañé durante casi diez años y con el me une una fuerte amistad.
Dios bendiga a las dos familias, a las madres Lorena y Lena, y los niños tengan una vida saludable. Un fuerte abrazo.
Encuentros que cierran círculos
El circulo es considerado una de las figuras más perfectas entre los matemáticos por muchas razones. En la perspectiva de nuestras vidas, y como objetivo dentro de un estilo de vida, está el ir perfeccionando, puliendo, las aristas que podamos encontrar en ella en las relaciones con nuestras amistades. El desencuentro, el alejamiento, o mejor el no encontrarse por diversos motivos, se soluciona encontrándose, acercarse, abrazarse, besarse.
Esto ha sido posible porque al estar de fiestas, se posibilita la salida y cercanía a lugares comunes, donde hay más momentos de cruzarse entre unos y otros. Que esos momentos se hayan desarrollado de manera normal manifiesta que no había por parte de nadie un especial deseo de mantener la distancia por parte de ninguna parte.
No hay que dejar que el tiempo pase demasiado sin afianzar el encuentro con los amigos. ¡Me alegro mucho de ello!
¡Hasta la próxima, primero Dios!