Primavera en Sevilla
Ha seguido lloviendo en este mes de abril. Aunque ha sido bastante días lloviendo, y los pantanos han pasado de la escasez a la abundancia de agua, siempre es un placer escuchar la lluvia y las diferencias entre el tiempo de las estaciones.
Es ciento que la lluvia condiciona la vida de las personas y ha retrasado la llegada de la primavera.
Es ciento que la lluvia condiciona la vida de las personas y ha retrasado la llegada de la primavera.
Ésta comenzó en víspera de la Semana Santa. Eso suponía que en Sevilla comienzaban una fiestas tan originales como diferentes entre sí.
La Semana Santa en Sevilla es muy especial tanto religiosa como socialmente. Las personas de cada barrio se siente identificado más o menos con su cofradía en la que se mezclan sentimientos y emociones que hacen de ese momento, en la que su hermandad está en la calle, algo muy íntimo.
También es ocasión de encontrarse las familias y amigos para participar de esas procesiones, y eso es lo que he vivido algunos días de esa semana tanto en Sevilla como en algunos pueblos con los que tengo algún tipo de relación, y buenos amigos, cómo pasa tanto en Arahal como en Paradas.
También acompañé a otros en la visita que realizaron a la capital con motivo de estas procesiones algo que es muy normal en esta semana.
Así se convierte esta fiesta, como todas, en encuentros, que no puedes tener a lo largo del año, para compartir y estar con estos amigos.
En Sevilla la alegría de la Resurrección, se vive de una manera especial en el tiempo de Pascua, pues a las dos semanas de ésta se celebra la Feria de Abril.
Y esto son ya "palabras mayores" pues en ella se desborda el sentido de fiesta, de alegría, y hace también, necesariamente, que sea lugar de encuentro con los otros.
Decir Feria de Abril es decir casetas, es decir bailes de Sevillanas, es traje de flamenca, toros, caballos y caballistas, luces, colores, olores, vino de manzanilla, tapas y raciones, albero, amigos, familia, añoranza de los que no pueden estar...
En la casa natal de los González en Ubrique
La Semana Santa en Sevilla es muy especial tanto religiosa como socialmente. Las personas de cada barrio se siente identificado más o menos con su cofradía en la que se mezclan sentimientos y emociones que hacen de ese momento, en la que su hermandad está en la calle, algo muy íntimo.
También es ocasión de encontrarse las familias y amigos para participar de esas procesiones, y eso es lo que he vivido algunos días de esa semana tanto en Sevilla como en algunos pueblos con los que tengo algún tipo de relación, y buenos amigos, cómo pasa tanto en Arahal como en Paradas.
También acompañé a otros en la visita que realizaron a la capital con motivo de estas procesiones algo que es muy normal en esta semana.
Así se convierte esta fiesta, como todas, en encuentros, que no puedes tener a lo largo del año, para compartir y estar con estos amigos.
En Sevilla la alegría de la Resurrección, se vive de una manera especial en el tiempo de Pascua, pues a las dos semanas de ésta se celebra la Feria de Abril.
Y esto son ya "palabras mayores" pues en ella se desborda el sentido de fiesta, de alegría, y hace también, necesariamente, que sea lugar de encuentro con los otros.
Decir Feria de Abril es decir casetas, es decir bailes de Sevillanas, es traje de flamenca, toros, caballos y caballistas, luces, colores, olores, vino de manzanilla, tapas y raciones, albero, amigos, familia, añoranza de los que no pueden estar...
En la casa natal de los González en Ubrique
Y en este mes de abril visité Ubrique. Allí, pueblo dónde nació mi padre, tengo varios miembros de mi familia, entre ellos a Francisco, marido de mi prima hermana María y sus hijos. Ir a a Ubrique es siempre una felicidad.
En esta ocasión he podido estar más tiempo con ellos. Y esto me ha permitido conocer algo que me ha gustado mucho: las ruinas de la casa dónde vivieron mis abuelos paternos y dónde nació mi padre y mis otros tíos.
Estaba en la finca de mis sobrinos, Juanfran y Jesús David, y me propusieron visitarla. Esa casa esta en la propiedad de Antonio, hijo de mi otra prima, Pepita, y primo hermano de ellos. Está muy cerca.
Verla desde lejos, en un claro de un bosque de alcornoques, fue algo impresionante pues a lo lejos se ve la sierra de Ubrique. Como ha llovido estaba todo el paisaje cubierto de verde. Y por allí pastando unas vacas. Un sitio increíble.
La casa está en ruinas. Está compuesta por dos espacios grandes en los que se distingue la chimenea y el horno. También otros espacios para animales o almacenes.
Imaginarse la casa en la que vivía un matrimonio y seis hijos es sentir un lugar lleno de vida.
Allí mi padre tuvo que vivir poco pues mi abuelo murió con la llamada "gripe española" del 1918, y mi abuela María decidió cambiar de aires y venirse a vivir a Sevilla al año siguiente.
Pasar con mi familia de Ubrique estos días ha sido algo que quería hacer desde hace tiempo. Pero ahora que he estado allí, recibiendo tanto cariño, me entra muchas ganas de volver a ese precioso pueblo.
Mis sobrinos, y su padre, me muestran cómo con constancia y esfuerzo se alcanza aquello que se desea. Y por supuesto valorar el guardar el sentimiento de pertenecer a una misma familia que nació en la casa destruida que pude ver.
Y otras cosas
Participar en momentos familiares o importantes en la vida de mis amigos es algo que puedo hacer ahora y hacerlo con una gran alegría.
Comida familiar del domingo de Resurrección
Casi todas las mujeres de la familia. |
Y más mujeres. |
Presentación del libro de Federica
José Manuel presentando a Federica, su esposa y autora del libro. |
El libro escrito por Federica Trombetta se llama "Póquer a la dieta". Es una manera nueva de acercarse al hecho de las dietas dónde no todo debe ser sufrimiento y privación. Federica, Coach y Bióloga Nutricionista, nos presenta un método muy original para hacerlas. Se encuentra en la editorial Desclée De Brouwer.
Una bonita y completa presentación.
Y a la Copa de Rey.
Perder en el partido de la Copa de Rey es algo que puede pasar, sobre todo cuando es contra el Barcelona. Pero... solo pierde quien participa y no todo, porque se pierda, es negativo. ¡Ni mucho menos!
Fuimos parte del grupo que tenemos de sevillistas. Y el día del viernes y el del sábado pasamos momentos muy simpáticos. Las finales tienen eso. Estar con los seguidores desplazados de tu equipo al lugar dónde se juega es algo maravilloso. Esa era mi experiencia y esta vez también lo fue. Madrid se llenó de blanco y rojo. Y la zona de los aficionados se parecía a la feria que se celebraba en nuestra ciudad.
Encontrarse con gente del Sevilla desconocidas, pero muy cercanas, es grande. Y hacerlo con los conocidos y amigos que también acuden increíble. Ya sabemos que hubiera sido redondo traérnosla pero no fue así... ¡estábamos mal acostumbrados! Pero la ida fue algo fantástico.
¡Hasta la próxima, primero Dios!
San Nicolás del Puerto en abril. |