Unos llegaron el domingo diez y se fueron el día catorce. Otros llegaron el quince y se fueron el domingo. Estos son los que se han quedado en casa. Otros han venido entre semana. El sábado celebré la cuarta sesión de lo que llamo "Música en las tarrazas".
Si a esto se le suma la amplia oferta cultural y otras actividades que se realizan en verano en San Nicolás, este mes, como la bajada de la imagen de San Diego que estará en la iglesia parroquial hasta su fiesta en noviembre; la llegada de amigos circunstancialmente a la playa fluvial con los que comparto unas horas o la estancia continuada de mi familia aquí; no ha dado tiempo para relajarme y escribir en el blog.
Para completar esta situación, que sólo se da en estas fechas, mañana preparo el almuerzo para nuevos miembros de mi familia que vienen a casa. Y, como por la noche viajo hacia la costa gaditana, siento que esta crónica se ve acosada por la urgencia de preparar casa, comida y equipaje.
Los franceses ya vinieron el años pasado. A Laurent, Caroline, Abigail y Joaquim le agradezco mucho el desplazarse hacia el sur de España desde Versalles para pasar estos días conmigo. Conocí a Laurent durante mi estancia en Paris. Siempre me recuerda las atenciones recibida por su familia durante mi estancia en la capital francesa qué me hizo vivir de una manera fabulosa esos tres años. Aprovechamos los cuatros días de su estancia aquí para visitar los pueblos cercanos así como disfrutar de la casa y de las actividades que nos ofrece el pueblo.
Por otra parte Sergio y Carmen, que compartieron conmigo mi anterior viaje a Praga, son habituales del puente del 15 de agosto para visitarme. Acompañado de Javi sus presencias es mucho más relajada, pues a la facilidad del lenguaje, se une el sentimiento de estar con gente más "normales". Se sienten en su casa, la dominan, y ello me hace estar más distendido. Me ayudaron bastante a preparar todo lo necesario para la noche musical. También aprovechamos para conocer fiestas de nuestro alrededor.
Aquí en mi casa me encuentro conmigo mismo, muy a gusto, y me encuentro con los demás, haciendo todo lo posible para que los que vienen se encuentren también con ellos mismos y muy a gusto. El retirarme unos días se debe a la llamada de amigos que me invitan a pasar unos días con ellos.

¡Hasta la próxima, primero Dios!
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La imagen de San Diego bajando desde su ermita el pasado 13 de agosto. |
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