Este mes de mayo, al que le queda una semana, ha sido un mes en el que me he encontrado con familiares y amigo en fiestas y celebraciones. Ya comenzó esto en la feria de abril, en mayo, a principio de mes. Y continuó con otras ferias y romerías. También hubo tiempo para encontrarme con algunos de mis amigos del grupo de Juan XXIII con motivo de la venida de Sofie, de Lena y de Esteban.

En la semana pasada estuve con ex alumnos del Instituto de Educación Secundaria "Maese Rodrigo" de Carmona con motivo de la feria. Me aloje en un hotel de la localidad para poder irme de la misma sin tener que "arrastrar" a aquellos que aún quisieran seguir en la feria cuando yo quisiera retirarme, lo que pasó en mi última estancia en la misma.
Allí además de aquellos con los que mantengo una relación más continua, como con Escamilla, muchos se me acercaban reconociéndome como su profesor. Entre otros, fue el caso de Álvaro con el que aparezco en la foto en la que estamos de pie. Es todo un reconocimiento de que la amistad puede seguir a través del tiempo. Agradezco de corazón esta cercanía y las atenciones que tuvieron conmigo. Cuándo así se lo expresé más tarde, me contesto: "¡Siempre serás mi maestro!" Sin palabra.
Y en esos mismos días, y respondiendo a la invitación de David Guerra de Las Navas de la Concepción, fui a la feria de Sanlúcar la Mayor. Allí estuve con su esposa Lola, y sus hijos Amador y David. Convivir con la familia, que me recibieron en su casa por dos días, fue algo que me pareció muy importante y gratificante.
En la feria, tanto el viernes como el sábado, conocí a sus amigos, y me encontré con amigos de amigos. La feria de Sanlúcar me pareció preciosa, es como una miniatura de la de Sevilla.
Ya ayer, creo que terminó mi recorrido celebrativo de mayo, estuve en la romería de Las Navas de la Concepción, a invitación de numerosos amigos. La familia de Rafael y Delfina, la de Alfonso y Carmen, la de María José y José Carlos o la de los Lolos, entre otros. Aunque no estuve en la salida, llegué al pueblo cuando ya había salido del mismo la imagen de la Virgen de Belén, patrona del pueblo y en honor de la cual se realiza la romería a la ermita que se encuentra a uno siete kilómetros del pueblo.
Tuve que ir a su encuentro andando por la carretera hasta que los encontré tras andar como media hora. El recorrido se hace mitad por carretera y mitad por camino de tierra paralelo al rio Ciudadeja. En total hice más de la mitad del recorrido a pie. La otra parte dentro de unas de la carretas que acompañan a la imagen. Creo que nunca he andado tanto. Pero mereció la pena el acercarme y compartir con tantos amigos este momento tan importante para ellos.
¡Hasta la próxima, primero Dios!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario