La fiesta de Sevilla

Se dice que cada uno cuenta la feria según le va en ella. Desde el sábado pasado ha sido la feria de abril. Hoy es domingo y ayer, después del cambio de los días de la feria, acabó. 

La feria de abril de Sevilla es una fiesta muy original, diría que única, aunque sea propio de los habitantes de cada ciudad pensar que la suyo es lo mejor. 

Caballistas, carruajes, casetas engalanadas, el color amarillo de las aceras de las calles del recinto a base de una arena especial: el albero. 

Los vestidos de "gitana" de las mujeres, los vestidos formales de los hombres, las flores, la portada inmensa, el baile por sevillanas... hacen esa originalidad propia de la feria. 

Las calles se llenan de sevillanos y de forasteros. Las cámaras instaladas en el Real de la Feria y el uso de medios aéreos como drones han permitido contabilizar durante la Feria de Abril de 2024 un total de 3.146.698 personas.

Las fiesta es de gran importancia económica para la ciudad. La actual coyuntura económica y los números que se barajan desde diferentes sectores hacen  que la de 2024 será una Feria de Abril de máximos históricos. Varios factores son los lo hace posible: la alta contratación, la ocupación hotelera en torno al 85% o las temperaturas veraniegas -de hasta 31 grados- son solo algunos de los indicadores que  aporta un 3% al PIB de la ciudad y triplica, según los expertos, el impacto económico de la Semana Santa.

Empresas como Cruzcampo dieron cifras previstas de consumo: pronostica servir ¡Un millón de litros de cerveza durante la Feria. Por su lado, las bodegas tienen listas más de 600.000 botellas de manzanilla (vino generoso y seco, exclusivo de la ciudad de Sanlúcar de Barrameda de la provincia de Cádiz, del que después se hace el "rebujito" en una jarra con "7-up"), medio millón procedente de la bodega Barbadillo, según Europa Press.

Personalmente he estado tres momentos en ella. Los tres con grupos de amigos y la familia. Y han sido bastante pues aún siguen los dolores en los dedos y plantas de los pies, lo que me dificulta andar con normalidad y cansarme si estoy mucho tiempo de pie. El hecho de tener una caseta donde estar de una manera más constante hace que parezca que estás en tu casa. Y el ir pasando de una a otras para visitar a los amigos conforma la jornada ferial. Realmente se pasa fabulosamente en ese ambiente. 

El recuerdo de mi hermana María del Carmen ha sido constante. Era mi pareja de feria. Hace un año que nos dejó. Hace dos, llenos de alegría porque parecía haber vencido la enfermedad, compartió con nosotros estos días. 

Cada feria es para su ciudad. A veces, desde fuera se dice que es muy cerrada para los que vienen de fuera. Eso es normal. Cuando fui a los Sanfermines me vi como gallina en corral ajeno.

¡Hasta la próxima, primero Dios!

Foto que me hizo un hombre desconocido. Mi asombro fue enorme.